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Festejan aprovechamiento de la mediación en Nuevo León




Notas de Mediación
Mediación Monterrey

El abogado Enrique G. Serna destacó su gusto porque el estado sea el primero en querer poner una solución fuera del foro judicial sobre el hecho de la medicación.
Entrevistado de manera breve en una visita a la entidad, el abogado Enrique G.. Serna destacó su gusto porque el estado sea el primero en querer poner una solución fuera del foro judicial del despacho Serna & Associates PLLC, de San Antonio Texas, sobre el hecho de la medicación.
Al visitar Nuevo León en materia de una ley para el tratamiento de asuntos legales mediante el uso de métodos alternos, como es el caso de la mediación, el jurista dijo que es un paso muy innovador para el estado y el país.
Así, reconociendo que tal ley es muy semejante a la texana en esa materia y de que ese estado, de la unión americana, lleva 20 años de haberse dado dicho paso en la modernización del tratamiento de litigios.
"Me da mucho gusto que en el estado de Nuevo León, sea pionero en querer poner una solución fuera del foro judicial, a múltiples litigios, entre las partes de buena fe, con gente capacitada para poderlas llevar a cabo, que pueda obviamente dar el resultado, para que las partes estén contentas y aparte el Estado, deje de consumir esos recursos".
Serna dijo que la mediación "perfecta": "Es cuando el demandante sale molesto y el demandado también, ni uno ni otro gana, porque uno piensa, me ganó, me quitó más de lo que valía y al otro sale diciendo, recuperé menos de lo que yo debería, pero siempre salen las dos partes y gana el Estado, obviamente.
Pero esa es la mediación perfecta, la que nadie gana ¿Qué es? Es un arreglo, es una negociación, es antes de".
Así podríamos decir entonces, que vamos a una cultura del ejercicio de las instituciones abocadas a la impartición de justicia, con niveles de mayor participación ciudadana y de mayor agilidad en esos trámites.
"Así es, obviamente aquí lo que se busca, para que sea efectiva una mediación, el Estado te la puede obviamente exigir y tu no necesariamente obedecer sus parámetros
“Primero que todo, se necesitan mediadores capacitados en el área de negociación que puedan tener la capacidad de conocer bien la ley que se está contendiendo en el asunto; ser no necesariamente expertos, pero conocer la manera en que un juez la pueda valorar; tener una estrategia en sí en cómo va a presentarse con el demandado y demandante para que ambos lleguen a un acuerdo y por supuesto, estar capacitado en el tema de mediación tal”.
“Porque no cualquier persona es un buen mediador, usualmente nuestro propio sentido humano es de tomar en un argumento el lado blanco o el lado negro y no estamos en el lado gris, entonces, se necesita personal capacitado, si el Estado es buen portal a través de las universidades locales, de programas que capaciten a los mediadores, que los capaciten en negociación, que los capaciten en persuasión para poder quitarle ese litigio al Estado, pues ese es el punto básico y elemental”.
El abogado Enrique G. Serna expresó que entonces si se parte en cómo está el orden, qué bueno que pasaron la ley de medicación, hay que capacitar a ciertas gentes, obviamente los mediadores tiene que cobrar un ingreso por estar ahí, no es un trabajo que se pueda derogar gratuito, aunque pueden llegar a haber foros gratuitos en un futuro para asistencia a terceros de pocos recursos, etcétera.
Empero sí son afines de atender litigios mercantiles, que son entre corporativos laborales, que son entre demandado y demandante corporativo, tiene que haber personal capacitado y después el Estado tiene que cuidar mucho el que lo que entró a la mediación, no se pueda mal usar después, pero es definitivamente una gran oportunidad para que el mundo del litigio de México y Nuevo León como pionero, se mueva a la pronta resolución y que se quiten de las cortes tantos expedientes que por años se rezagan.
Todo esto forma gran realce en la vida jurídica porque el sistema jurídico, especialmente en su faz judicial, tiene un objetivo abstracto como es el de "descubrir la verdad"; con lo que no siempre se soluciona el problema, menos aún en forma rápida y económica, como le es necesario al hombre común, al ciudadano, al hombre de negocios, quienes desean dejar el conflicto atrás, terminar con el mismo para poder así continuar con su vida normal, con mayor razón si el litigio es con alguien a quien deben continuar viendo o con quien debe o le convendría seguir manteniendo relación.
Porque los tribunales necesariamente utilizan un método adversarial de adjudicación, de modo tal que una vez que el pleito se ha desarrollado entre las partes, las que han ofrecido o producido prueba, un tercero neutral –en nuestro país el Juez—resuelve la controversia.
El Juez arriba a su decisión después de que se han ventilado los hechos en tal procedimiento contencioso, lo que demanda tiempo, dinero, angustias y nuevas fricciones entre los contendientes.
Además esto puede llevar aparejada la no deseada publicidad del juicio o de los hechos que en el se ventilan.
Aparece en consecuencia, la grave y real necesidad de encontrar otros métodos – especialmente si son adversariales - de solución de controversias, con ventajas para el sistema judicial sobrecargado y para los ciudadanos comunes que no tienen acceso al mismo, o que por distintos motivos, no pueden sobrellevar la pesada carga que impone un juicio.
Nota de Alberto Medina Espinosa, publicada el 24 de Septiembre de 2009, en el sitio "El Porvenir.com"
http://www.elporvenir.com.mx/notas.asp?nota_id=340246

¿Quieres ser M?


Centro Estatal de Métodos Alternos para la Solución de Conflictos del Estado de Nuevo León (CEMASC)
Mediación Escolar
Mediación Monterrey

A través del Centro Estatal de Métodos Alternos para la Solución de Conflictos, el Poder Judicial participó de nueva cuenta en la emisión de Expo Ayuda, evento que congrega a múltiples grupos y asociaciones que buscan sensibilizar a la comunidad hacia las causas sociales, fomentar la labor voluntaria, así como difundir los servicios que prestan.
El Centro de Mediación se sumó a más de 200 asociaciones, organismos públicos y privados dedicados al desarrollo social y asistencial, que estuvieron presentes durante los tres días de la exposición, organizada por el Consejo de Desarrollo Social de Nuevo León.
Personal especializado del Centro Estatal de Métodos Alternos para la Solución de Conflictos ocupó un stand dentro de la exposición, a través del cual se brindó información en torno a los servicios que ofrece la institución de manera gratuita.
Se trata de acercar los servicios que presta el Centro para atender y apoyar a las personas que buscan orientación sobre diversos conflictos e interesados en lograr soluciones de manera conciliatoria y sin necesidad de llegar a un juicio.
Aunado a lo anterior, se desarrollaron talleres infantiles a través de la dinámica denominada: ”¿Quieres ser M?”. Más allá de evocar algún mal pensamiento, el nombre de la dinámica perseguía despertar en los participantes la curiosidad de su significado, recurriendo primeramente a lo que se les venía a la mente para luego dejar en claro que la M evocaba a la mediación y a ser mediador.
En la dinámica se puso en práctica la actividad del teléfono descompuesto para demostrar entre los estudiantes, los conflictos que pueden provocar la falta de información y comunicación, además de cómo pueden resolver un problema a través del diálogo y la mediación.
Los estudiantes plasmaron en frases y dibujos algunas situaciones que les han generado conflictos con sus compañeros de aula o en sus hogares, planteando además aspectos relacionados a cómo resolvieron y trataron el problema.
Con estas dinámicas se pretendió, de una manera divertida, fomentar en decenas de niños y niñas la cultura de la mediación, recurriendo al diálogo y actitudes positivas que propicien una solución a sus problemas.
Nota publicada originalmente en el sitio del Poder Judicial del Estado de Nuevo León.

El Poder Judicial de Nuevo León estuvo presente en Expo Ayuda 2009, para promover la mediación entre escolares de primaria.

Como parte de sus actividades sociales, el Poder Judicial de Nuevo León estuvo presente en Expo Ayuda 2009 donde sus autoridades aprovecharon para promover la mediación entre escolares de primaria
A través del Centro Estatal de Métodos Alternos para la Solución de Conflictos, el Poder Judicial participó de nueva cuenta en la emisión de Expo Ayuda, evento que congrega a múltiples grupos y asociaciones que buscan sensibilizar a la comunidad hacia las causas sociales, fomentar la labor voluntaria, así como difundir los servicios que prestan.
El Centro de Mediación se sumó a más de 200 asociaciones, organismos públicos y privados dedicados al desarrollo social y asistencial que estuvieron presentes durante los tres días de la exposición, organizada por el Consejo de Desarrollo Social de Nuevo León.
Personal especializado del Centro Estatal de Métodos Alternos para la Solución de Conflictos ocupó un stand dentro de la exposición, a través del cual se brindó información en torno a los servicios que ofrece la institución de manera gratuita.
Se trata de acercar los servicios que presta el Centro para atender y apoyar a las personas que buscan orientación sobre diversos conflictos e interesados en lograr soluciones de manera conciliatoria y sin necesidad de llegar a un juicio.
Aunado a lo anterior, se desarrollaron talleres infantiles a través de la dinámica denominada: ”¿Quieres ser M?”.
Más allá de evocar algún mal pensamiento, el nombre de la dinámica perseguía despertar en los participantes la curiosidad de su significado, recurriendo primeramente a lo que se les venía a la mente para luego dejar en claro que la M evocaba a la mediación y a ser mediador.
En la dinámica se puso en práctica la actividad del teléfono descompuesto para demostrar entre los estudiantes, los conflictos que pueden provocar la falta de información y comunicación, además de cómo pueden resolver un problema a través del diálogo y la mediación.
Los estudiantes plasmaron en frases y dibujos algunas situaciones que les han generado conflictos con sus compañeros de aula o en sus hogares, planteando además aspectos relacionados a cómo resolvieron y trataron el problema.
Con estas dinámicas se pretendió, de una manera divertida, fomentar en decenas de niños y niñas la cultura de la mediación, recurriendo al diálogo y actitudes positivas que propicien una solución a sus problemas.
Nota de Alberto Medina Espinosa, publicada el 22 de Septiembre de 2009, en el sitio "El Porvenir.com"
http://www.elporvenir.com.mx/notas.asp?nota_id=339735

Discurso de Obama ante las Naciones Unidas


Paz
Cultura de Paz

Traducción del discurso del presidente de los Estados Unidos de América, Barack Obama ante las Naciones Unidas, el 23 de septiembe del 2009, en la Asamblea General de las Naciones Unidas, Naciones Unidas, Nueva York, Nueva York.

"Buenos días, señor presidente, señor secretario general, colegas delegados, damas y caballeros, es un honor para mí hablar ante ustedes por primera vez como 44to. presidente de Estados Unidos. Me presento ante ustedes con humildad por la responsabilidad que el pueblo estadounidense me ha encomendado, consciente de los enormes desafíos en nuestro momento en la historia y decidido a actuar amplia y colectivamente en bien de la justicia y la prosperidad en mi país y en el extranjero.
He estado en mi cargo apenas nueve meses, aunque hay días en que eso parece más largo. Estoy muy atento a las expectativas que acompañan a mi presidencia en todo el mundo. Esas expectativas no son acerca de mí. Más bien, se arraigan, me parece, en el descontento con el statu quo que ha permitido que nos definamos cada vez más por nuestras diferencias, y que nuestros problemas nos dejen atrás. Pero también se arraigan en la esperanza, la esperanza en que un cambio real es posible, y la esperanza en que Estados Unidos sea el líder en lograr concretar ese cambio.
Asumí el cargo cuando muchos en el mundo habían llegado a mirar a Estados Unidos con escepticismo y desconfianza. Parte de ello se debía a las percepciones erróneas y e información equivocada sobre mi país. Parte de ello se debía a la oposición a políticas específicas y la creencia de que en ciertas cuestiones críticas Estados Unidos había actuado unilateralmente, sin considerar los intereses de los otros. Y esto ha fomentado una actitud anti estadounidense casi refleja, que con frecuencia ha servido como excusa para la inacción colectiva.
Ahora, como todos ustedes, mi responsabilidad es actuar en el interés de mi nación y de mi pueblo, y nunca pediré disculpas por defender esos intereses. Pero, mi profunda convicción es que en el año 2009, más que en cualquier otro momento de la historia humana, los intereses de las naciones y de los pueblos están compartidos.
Las convicciones religiosas que tenemos en nuestro corazón pueden forjar nuevos lazos entre la gente, o también nos pueden separar. La tecnología que utilicemos puede iluminar el sendero hacia la paz, u oscurecerlo para siempre. La energía que usamos puede sostener nuestro planeta, o destruirlo. Lo que ocurra con la esperanza de un solo niño, en cualquier lugar, puede enriquecer a nuestro mundo, o empobrecerlo.
En este recinto nos congregamos de muchos lugares, pero compartimos un futuro común. Ya no tenemos más el lujo de ser indulgentes con nuestras diferencias y excluir el trabajo que debemos hacer juntos. He llevado este mensaje desde Londres a Ankara; de Puerto España a Moscú; de Accra a El Cairo, y sobre eso hablaré hoy, porque ha llegado el momento en que el mundo avance en una nueva dirección. Debemos aceptar una nueva era de compromiso, en base al interés mutuo y al respeto mutuo, y nuestra labor debe comenzar hoy.
Sabemos que el futuro será forjado en base a los hechos y no sólo las palabras. Los discursos por si solos no resolverán nuestros problemas, se necesitará acción persistente. A aquellos que cuestionan el carácter y la causa de mi nación, les pido que consideren las medidas concretas que hemos tomado en apenas nueve meses.
En mi primer día en la presidencia prohibí, sin excepción ni equívoco, el uso de la tortura por parte de Estados Unidos de América. Ordené el cierre de la prisión en la Bahía de Guantánamo y estamos cumpliendo la difícil tarea de crear un marco de referencia para combatir al extremismo dentro de imperio de la ley. Todas las naciones deben saberlo: Estados Unidos vivirá de acuerdo con sus valores, y dirigiremos con el ejemplo.
Hemos establecido una meta clara y precisa: trabajar con todos los miembros de este organismo para destruir, desmantelar y derrotar a al Qaida y a sus aliados extremistas, una red que ha matado a miles de personas de todos los credos y naciones, y que complotó para hacer volar este mismo edificio. En Afganistán y Pakistán nosotros, y muchas naciones, estamos ayudando a esos gobiernos a desarrollar su capacidad para tomar la delantera en ese esfuerzo, trabajando al mismo tiempo para favorecer la oportunidad y la seguridad de su pueblo.
En Iraq, somos responsables de terminar una guerra. Hemos retirado a las brigadas estadounidenses de combate de las ciudades iraquíes y fijado el plazo para agosto próximo para retirar a todas nuestras brigadas de combate del territorio iraquí. Y dejado bien sentado que ayudaremos a los iraquíes en la transición hacia la responsabilidad plena por su propio futuro, y que mantendremos nuestro compromiso para sacar a todas las tropas estadounidenses para fines del año 2011.
He presentado una agenda amplia para lograr la meta de un mundo sin armas nucleares. En Moscú, Estados Unidos y Rusia anunciamos que juntos aplicaríamos reducciones sustanciales en nuestras ojivas nucleares estratégicas y en las armas para lanzarlas. En la Conferencia del Desarme acordamos un plan de trabajo para negociar y acabar con la producción de materiales fisionables para armas nucleares. Y esta semana mi secretaria de Estado se convertirá en la primera representante principal estadounidense en la Conferencia de Miembros del Tratado para la Prohibición Completa de los Ensayos, que se realiza anualmente.
Al asumir el cargo nombré a un Enviado Especial para la Paz en Oriente Medio, y Estados Unidos ha trabajado con firmeza y agresividad para impulsar la causa de dos estados -- Israel y Palestina -- en donde la paz y la seguridad se arraiguen y se respeten los derechos tanto de israelíes como de palestinos.
Para enfrentar el cambio climático hemos invertido 80.000 millones de dólares en energía limpia. Hemos aumentado de manera sustancial nuestras normas para la eficiencia de los combustibles. Hemos dado nuevos incentivos para la conservación, establecido asociaciones energéticas en todas las Américas y hemos pasado de ser observador a líder en las negociaciones internacionales sobre el clima.
Para superar la crisis económica que afecta a todos los rincones del mundo, hemos trabajado con las naciones del G20 para forjar una respuesta internacional coordinada de más de 2 billones de dólares en estímulo para sacar a la economía mundial del borde del precipicio. Hemos movilizado recursos que ayudaron a evitar que la crisis se extienda a los países en desarrollo. Y nos sumamos a otros para inaugurar la iniciativa de seguridad alimentaria mundial, por 20.000 millones de dólares, que les dará una mano a quienes más lo necesitan, y ayudarlos a que construyan sus propias capacidades.
También hemos reanudado nuestro compromiso con las Naciones Unidas. Hemos pagado nuestras cuentas. Hemos ingresado al Consejo de Derechos Humanos. Hemos firmado la Convención de los Derechos de las Personas con Discapacidades. Hemos asumido plenamente las Metas de Desarrollo del Milenio. Y planteamos nuestras prioridades aquí, en esta institución, por ejemplo, por medio del la reunión del Consejo de Seguridad que mañana presidiré, sobre no proliferación nuclear y el desarme, y por medio de los temas a los que hoy me referiré.
Esto es lo que ya hemos hecho. Pero esto es apenas el inicio de nuestra labor. Algunas de nuestras medidas han producido resultados. Algunas han sentado las bases para el progreso en el futuro. Pero que no quepa duda alguna: ésta no puede ser una misión exclusiva de Estados Unidos. Quienes solían criticar a Estados Unidos por actuar solo en el mundo no pueden ahora cruzarse de brazos y esperar a que Estados Unidos resuelva solo los problemas del mundo. Hemos procurado –de palabra y obra– una nueva era de participación en el mundo.
Es hora de que todos nosotros asumamos las responsabilidades que nos corresponden en una respuesta mundial a desafíos mundiales.
Si somos francos con nosotros mismos, debemos admitir que no estamos cumpliendo con esa responsabilidad. Consideren el curso que seguiremos si no encaramos el estatus quo: Extremistas que siembran terror en regiones del mundo. Conflictos prolongados y sin tregua. Genocidios y atrocidades masivas. Más y más países con armas nucleares. Deshiele del casquete polar y desolación de poblaciones. Pobreza persistente y pandemias. Digo esto no para infundir temor, sino para presentar los hechos: nuestros actos aún no se ajustan a la magnitud de nuestros desafíos.
Esta entidad fue fundada en la convicción de que las naciones del mundo podrían resolver sus problemas en conjunto. Franklin Roosevelt, que murió antes de ver convertida en realidad su visión para que esta institución se hiciera realidad, lo dijo de esta manera, textualmente:
"La estructura de la paz del mundo no puede ser la tarea de un hombre, o de un partido o de una nación. No puede ser la paz de las grandes naciones, o de las naciones pequeñas. Debe ser la paz que se base en el esfuerzo cooperativo de todo el mundo".
El esfuerzo cooperativo de todo el mundo. Esas palabras resuenan hoy con más verdad que nunca, cuando no es simplemente la paz, sino nuestra misma salud y prosperidad que tenemos en común. Y también sabemos que este organismo está formado por estados soberanos. Y tristemente, aunque no sea una sorpresa, este organismo con frecuencia se ha convertido en el foro para sembrar la discordia en lugar de buscar el terreno común, un lugar para jugar a la política y explotar los reclamos en lugar de resolver problemas. Después de todo, es fácil subir a este podio y culpar a los otros de nuestros problemas, absolviéndonos a nosotros mismos de la responsabilidad de nuestras opciones y nuestras medidas. Cualquiera puede hacer eso. La responsabilidad y el liderazgo exigen mucho más en el siglo XXI.
En una era en la que nuestro destino está compartido, el poder ya no es más un juego en el que uno gana y otro pierde. Ninguna nación puede, o debe tratar de dominar a otra nación. Ningún orden mundial que eleve a una nación, o a un grupo de personas, sobre los demás, tendrá éxito. Las divisiones tradicionales entre las naciones del Sur y del Norte no tienen sentido en un mundo interconectado, ni los alineamientos de naciones enraizados en las hendiduras de la desde tiempo extinta Guerra Fría.
Ha llegado el momento de darse cuenta que los viejos hábitos, los viejos argumentos, son irrelevantes a los desafíos que nuestros pueblos enfrentan. Impulsan a las naciones a actuar en oposición a las mismas metas que dicen perseguir, y a votar, con frecuencia en este organismo, en contra de los intereses de sus propios pueblos. Eso levanta muros entre nosotros y el futuro que nuestros pueblos buscan, y ha llegado el momento para que esas paredes sean derribadas.
Juntos debemos construir nuevas coaliciones para poner puentes sobre las viejas divisiones, coaliciones con diferentes religiones y credos, de norte y sur, este, oeste, negros y morenos.
La opción es nuestra. Podemos ser recordados como la generación que prefirió arrastrar las discusiones del siglo XX al siglo XXI, la que rehusó las opciones difíciles, que rehusó mirar adelante, que fracasó en mantener el paso porque nos definimos por lo que éramos en lugar de para lo que estábamos.
O podemos ser una generación que elija ver el horizonte más allá de las aguas embravecidas de adelante; que se une para servir el interés común de los seres humanos, y que finalmente le dé un significado a la promesa enraizada en el nombre que se le dio a esta institución: las Naciones Unidas.
Ese es el futuro que Estados Unidos quiere, un futuro de paz y prosperidad que solamente podremos alcanzar si reconocemos que todas las naciones tienen derechos, pero que todas las naciones también tienen responsabilidades. Ese es el acuerdo que esto funcione. Y ese debe ser el principio guía para la cooperación internacional.
Permítanme presentar hoy los cuatro pilares que considero que son fundamentales para el futuro que queremos para nuestros hijos:
la no proliferación y el desarme, la promoción de la paz y la seguridad, la preservación de nuestro planeta y una economía mundial que promueva oportunidades para todos los pueblos.
Primero, debemos frenar la propagación de las armas nucleares, y buscar la meta de un mundo sin esas armas.
Esta institución fue establecida en los comienzos de la era atómica, en parte porque se debía refrenar la capacidad del hombre para matar. Durante décadas se pudo evitar el desastre, incluso a la sombra de un duelo entre las superpotencias. Pero actualmente la proliferación está creciendo en alcance y complejidad. Si fallamos y no actuamos estaremos invitando a la carrera de armas nucleares en toda región, y la perspectiva de guerras y actos de terror en una escala que apenas podemos imaginar.
Un consenso frágil se interpone ante este resultado aterrador, y es el acuerdo básico que da forma al Tratado de No Proliferación Nuclear. Señala que todas las naciones tienen derecho a tener energía nuclear con fines pacíficos, que las naciones con armas nucleares tienen la responsabilidad de avanzar hacia el desarme, y aquéllas que no las tengan tienen la responsabilidad de renunciar a ellas. Los próximos 12 meses podrían ser determinantes para ver si este pacto se refuerza o se destruye lentamente.
Estados Unidos se propone a cumplir con la parte del acuerdo que le corresponde. Buscaremos un nuevo acuerdo con Rusia para reducir sustancialmente nuestras ojivas nucleares y lanzadores de las mismas. Seguiremos adelante con la ratificación del Tratado de Prohibición de los Ensayos, y trabajaremos con otros para hacer cumplir el tratado de manera que las pruebas nucleares queden prohibidas permanentemente. Completaremos la Revisión de la Postura Nuclear, que abre la puerta a recortes más profundos y reduce el papel de las armas nucleares. Y pediremos a los países que comiencen negociaciones en enero sobre un tratado para acabar con la producción de material fisionable para las armas.
En abril próximo seré el anfitrión de una cumbre para reiterar la responsabilidad de cada nación de asegurar los materiales nucleares en sus territorios y ayudar a las que no pueden, porque no podemos permitir nunca que un solo artefacto nuclear caiga en manos de un extremista violento. Y trabajaremos para fortalecer las instituciones e iniciativas que combaten el contrabando y robo de material nuclear.
Todo esto debe ser de apoyo a los esfuerzos para reforzar el TNP. Las naciones que se rehúsen a cumplir con sus obligaciones deben enfrentar las consecuencias. Permítanme ser claro, no se trata de señalar a naciones individuales, se trata de proteger los derechos de todas las naciones que cumplen con sus responsabilidades. Porque un mundo en que las inspecciones de la OIEA se evitan y las demandas de las Naciones Unidos se ignoran dejará a la gente menos segura, y a todas las naciones menos seguras.
Con sus actuaciones hasta la fecha, los gobiernos de Corea del Norte e Irán amenazan con arrastrarnos a esa colina peligrosa.
Respetamos sus derechos como miembros de la comunidad de naciones. Ya lo he dicho antes, y lo repetiré, estoy comprometido a una diplomacia que abra una senda hacia una mayor prosperidad y una paz más segura para ambas naciones, si cumplen con sus obligaciones.
Pero si los gobiernos de Irán y Corea del Norte eligen ignorar las normas internacionales; si colocan la búsqueda de armas nucleares por encima de la estabilidad regional y la seguridad y oportunidad para sus propios pueblos; si son indiferentes al peligro de una escalada en la carrera armamentista nuclear, tanto en el este del Asia como en Oriente Medio, entonces se les debe deducir responsabilidades.
El mundo debe mostrarse firme en conjunto para demostrar que la ley internacional no es una promesa vacua, y que los tratados serán aplicados. Tenemos que insistir en que el futuro no le pertenece al miedo.
Esto me lleva al segundo pilar de nuestro futuro: la consecución de la paz.
Las Naciones Unidas nacieron de la convicción de que los pueblos del mundo puedan vivir sus vidas, criar a sus hijos y resolver sus diferencias pacíficamente. Sin embargo, sabemos que en demasiados lugares del mundo este ideal sigue siendo una abstracción, un sueño lejano.
Podemos aceptar ese resultado como algo inevitable y tolerar el conflicto constante y paralizante, o podemos reconocer que el anhelo de paz es universal y reafirmar nuestra determinación de poner fin a los conflictos en todo el mundo.
Ese esfuerzo debe comenzar con una determinación inquebrantable de que el asesinato de hombres, mujeres y niños inocentes nunca se tolerará. En lo que respecta a esto, nadie puede tener -- no puede haber disputa alguna. Los extremistas violentos que promueven el conflicto distorsionando cuestiones de la fe se han desacreditado y aislado a sí mismos. No ofrecen nada más que el odio y la destrucción. Al hacerles frente, Estados Unidos forjará alianzas duraderas que arremetan contra los terroristas, compartan inteligencia y coordinen a las agencias de aplicación de la ley y protejan a nuestro pueblo. Nos permitiremos que exista ningún refugio seguro en Afganistán o en cualquier otro país desde donde al Qaida pueda lanzar ataques. Apoyaremos a nuestros amigos en el frente, como haremos mañana nosotros y muchos países al prometer nuestro apoyo al pueblo de Pakistán. Y emprenderemos la participación positiva que construye puentes entre las religiones y nuevas alianzas para la oportunidad.
No obstante, nuestros esfuerzos para fomentar la paz no puede limitarse a derrotar a los extremistas violentos, ya que el
arma más poderosa de nuestro arsenal es la esperanza de los seres humanos, la convicción de que el futuro pertenece a quienes desean crear y no destruir, la confianza de que los conflictos pueden acabarse y que llegará un nuevo día.
Por ese motivo, apoyaremos -- reforzaremos nuestro apoyo a campañas eficaces de mantenimiento de la paz, a la vez que reactivamos nuestros esfuerzos para prevenir los conflictos antes de que cobren fuerza. Trataremos de conseguir una paz duradera en el Sudán mediante el apoyo al pueblo de Darfur y la aplicación del Acuerdo General de Paz, para que podamos asegurar la paz que el pueblo sudanés se merece. Y en los países asolados por la violencia –desde Haití hasta el Congo y Timor Oriental–
trabajaremos en conjunción con las Naciones Unidas y otros asociados para apoyar una paz duradera.
También seguiré tratando de conseguir una paz justa y duradera entre Israel, Palestina y el mundo árabe. Vamos a seguir trabajando en esa cuestión. Ayer tuve una reunión constructiva con el primer ministro Netanyahu y el presidente Abbas. Hemos logrado algunos progresos. Los palestinos han intensificado sus esfuerzos en lo relativo a la seguridad. Los israelíes por su parte han facilitado una mayor libertad de movimiento para los palestinos. Como resultado de los esfuerzos de ambas partes, la economía en Cisjordania ha comenzado a crecer. Pero se necesita más progreso. Seguimos pidiendo a los palestinos que pongan fin a las incitaciones contra Israel, y seguimos haciendo hincapié en que Estados Unidos no acepta la legitimidad de la continuación de los asentamientos israelíes.
Ha llegado el momento-- ha llegado el momento de volver a iniciar las negociaciones sin condiciones previas que aborden las cuestiones relativas al estatuto permanente: la seguridad para los israelíes y los palestinos, las fronteras, los refugiados y Jerusalén. El objetivo es claro: dos Estados que vivan uno junto al otro en paz y seguridad: un Estado judío de Israel, con verdadera seguridad para todos los israelíes, y un Estado palestino, viable e independiente, conformado por territorios limítrofes que pone fin a la ocupación que comenzó en 1967 y que haga realidad el potencial del pueblo palestino.
Mientras tratamos de conseguir este objetivo, trataremos de conseguir también la paz entre Israel y el Líbano, Israel y Siria, y una paz más amplia entre Israel y sus numerosos vecinos. En la búsqueda de esa meta, desarrollaremos iniciativas regionales con participación multilateral, y al mismo tiempo negociaciones bilaterales.
Ahora bien, no soy ingenuo. Sé que esto será difícil. Pero todos nosotros, no sólo los israelíes y los palestinos, sino todos debemos decidir si realmente queremos la paz, o si sólo la apoyamos de boquilla. Para romper los viejos hábitos, para romper el ciclo de la inseguridad y la desesperación, es necesario que todos digamos en público lo que se reconoce en privado.
Estados Unidos no le hace ningún favor a Israel cuando no cotejamos el compromiso inquebrantable a su seguridad con la insistencia de que Israel ha de respetar los derechos y reclamos legítimos de los palestinos. Y los países de este organismo no les hacen ningún favor a los palestinos cuando optan por los ataques virulentos contra Israel en lugar de la voluntad constructiva de reconocer la legitimidad de Israel y su derecho a existir en paz y seguridad.
Debemos recordar que el precio más alto en este conflicto no lo pagamos nosotros. No lo pagan tampoco los políticos. Lo paga la niña israelí de Sderot que cierra los ojos por temor a que un misil le quite la vida en medio de la noche. Lo paga el niño palestino de Gaza que no tiene acceso a agua potable ni tampoco tiene país propio. Ellos son hijos de Dios. Y después de todas las maniobras políticas y todos los ademanes, esto trata del derecho de todo ser humano a vivir con dignidad y seguridad. Es una lección arraigada en las tres grandes religiones que llaman Tierra Santa a una pequeña parte de la Tierra. Por eso, a pesar de que habrá reveses y falsos comienzos y días difíciles,
no desistiré de tratar de conseguir la paz.
En tercer lugar, debemos reconocer que en el siglo XXI no habrá paz a menos que asumamos la responsabilidad de preservar nuestro planeta. Le doy las gracias al Secretario General por haber auspiciado el tema del cambio climático ayer.
El peligro que plantea el cambio climático no puede ser negado. Nuestra responsabilidad de evitarlo no debe aplazarse. Si seguimos por nuestro rumbo actual todos los miembros de esta Asamblea verán cambios irreversibles dentro de sus fronteras. Nuestros esfuerzos para poner fin a los conflictos se verán eclipsados por guerras motivadas por los refugiados y los recursos. La sequía y la hambruna causarán estragos al desarrollo. Las tierras donde seres humanos han vivido durante miles de años desaparecerán.
Las generaciones futuras mirarán retrospectivamente y se preguntarán por qué nos negamos a actuar, por qué no pudimos pasar-- por qué no pudimos legar un entorno digno de nuestra herencia.
Por eso, los días en que Estados Unidos le daba largas al asunto se han terminado. Seguiremos adelante con las inversiones destinadas a transformar nuestra economía de la energía y ofreceremos incentivos para que la energía limpia sea un tipo de energía rentable. Seguiremos adelante con las drásticas reducciones de las emisiones para alcanzar los objetivos que nos hemos fijado para el año 2020, y finalmente para el 2050. Continuaremos promoviendo la energía renovable y el ahorro energético, y compartiremos las nuevas tecnologías con países de todo el mundo. Aprovecharemos también cualquier oportunidad para avanzar frente a esta amenaza en un esfuerzo cooperativo con el mundo entero.
Aquellos países ricos que tanto perjudicaron el medio ambiente en el siglo XX deberán aceptar nuestra obligación de encabezar este esfuerzo. Pero las responsabilidades no se acaban ahí. Si bien debemos reconocer la necesidad de que haya distintas respuestas, cualquier acción dirigida a frenar las emisiones de carbono ha de incluir a los países emisores de carbono de rápido crecimiento, que pueden hacer más para reducir la contaminación atmosférica sin impedir el crecimiento. Cualquier iniciativa que no ayude a los países más pobres a adaptarse a los problemas que ya ha desencadenado el cambio climático y que no les ayude a recorrer el camino del desarrollo limpio, sencillamente no funcionará.
Es duro cambiar algo tan fundamental como la manera en que utilizamos la energía. Lo sé. Es aún más difícil hacerlo en plena recesión mundial. Sin duda, existe la tentación de cruzarse de brazos y esperar a que otros tomen la iniciativa, pero no podemos hacer este recorrido a menos que todos avancemos juntos. Con antelación a Copenhague, propongámonos centrarnos en lo que cada uno de nosotros puede hacer por el bien de nuestro futuro común.
Esto me lleva al último pilar que debe fortalecer nuestro futuro:
una economía mundial que ofrezca oportunidades para todos.
El mundo aún se está recuperando de la peor crisis económica desde la Gran Depresión. En Estados Unidos, vemos que el motor del crecimiento empieza a dar vueltas, pero sin embargo muchos siguen pasando apuros para encontrar empleo o pagar las cuentas. En todo el mundo, vemos indicios prometedores, pero poca certeza acerca de lo que nos depara el futuro. Demasiadas personas en demasiados lugares atraviesan las crisis diarias que cuestionan nuestra humanidad:
la desesperación de un estómago vacío, la sed provocada por la disminución de los suministros de agua, la injusticia de que un niño muera de una enfermedad tratable, o una madre que pierde la vida al dar a luz.
En Pittsburgh, trabajaremos con las economías más grandes del mundo para trazar un rumbo hacia el crecimiento equilibrado y sostenido. Esto implica tomar las debidas precauciones para garantizar que no nos rindamos hasta que nuestros pueblos vuelvan a trabajar. Esto significa tomar medidas para reactivar la demanda para que la recuperación mundial pueda sostenerse. Significa también establecer nuevas normas y fortalecer los reglamentos de todos los centros financieros para poner fin a la codicia y los excesos y los abusos que nos llevaron a este desastre, y para evitar que una crisis como ésta vuelva a ocurrir.
Sin embargo, en momentos de semejante interdependencia, tenemos el interés moral y pragmático en cuestiones más amplias de desarrollo, cuestiones de desarrollo que existían incluso antes de que se produjera esta crisis. Así que Estados Unidos continuará su histórico esfuerzo para ayudar a que las personas se alimenten a sí mismas. Hemos asignado 63.000 millones de dólares para llevar adelante la lucha contra el VIH/SIDA, para poner fin a las muertes por tuberculosis y malaria, para erradicar la poliomielitis y para fortalecer los sistemas de salud pública. Nos hemos sumado a otros países en contribuir vacunas contra la gripe H1N1 a la Organización Mundial de la Salud. Vamos a integrar más economías nacionales en un sistema de comercio mundial. Vamos a apoyar los Objetivos de Desarrollo del Milenio y acercarnos a la cumbre del año próximo con un plan global para hacerlos realidad. Vamos a fijar objetivos para erradicar la pobreza extrema en nuestro tiempo.
Ahora es el momento para que todos pongamos nuestro granito de arena. El crecimiento no será sostenido ni compartido a menos que todos los países acepten sus responsabilidades. Eso significa que los países ricos tienen que abrir sus mercados a más productos y echarle una mano a los que tienen menos, y también reformar las instituciones internacionales para dar mayor voz a más países. Por su parte los países en desarrollo tienen que eliminar la corrupción, que es un obstáculo para el progreso, ya que las oportunidades no pueden prosperar cuando las personas están oprimidas y las empresas tienen que pagar sobornos. Por ese motivo, nosotros apoyamos la policía honesta y los jueces independientes; la sociedad civil y un sector privado dinámico. Nuestro objetivo es sencillo: una economía mundial en el que se sustenta el crecimiento y donde hay oportunidades para todos.
Ahora bien, los cambios de los que he hablado hoy no serán fáciles de hacer ni se lograrán solo porque líderes como nosotros se presenten en foros como éste, independientemente de lo útiles que sean, puesto que al igual que en cualquier asamblea de miembros, el verdadero cambio sólo se produce a través de los pueblos a los que representamos. Por eso, en nuestras capitales, debemos emprender la dura labor de sentar las bases del progreso. Es ahí donde crearemos el consenso que ponga fin a los conflictos, que aproveche la tecnología para propósitos pacíficos, que cambie la forma en que utilizamos la energía y que fomente el crecimiento que pueda sostenerse y compartirse.
Yo creo que los pueblos del mundo desean ese futuro para sus hijos. Por eso, se debe defender los principios que garantizan que los gobiernos reflejen la voluntad de sus pueblos. Estos principios no pueden ser ideas de última hora;
la democracia y los derechos humanos son elementos esenciales para el logro de cada uno de los objetivos que he mencionado hoy, ya que es más probable que los gobiernos del pueblo y por el pueblo actúen conforme a los intereses generales de sus propios pueblos, en lugar de los intereses limitados de quienes están en el poder.
La prueba de nuestro liderazgo no será la medida en que fomentemos los temores y antiguos odios de nuestros pueblos. El verdadero liderazgo no se mide por la capacidad de silenciar a la disidencia, ni de intimidar o acosar a la oposición política. Los pueblos del mundo desean un cambio y han dejado de tolerar a quienes están en el lado equivocado de la Historia.
La Carta de esta Asamblea nos compromete a cada uno de nosotros—cito textualmente— “a reafirmar la fe en los derechos fundamentales del hombre, en 1a dignidad y el valor de la persona humana, en la igualdad de derechos de hombres y mujeres”. Entre esos derechos figura la libertad de decir lo que se piensa y rendir culto como se quiera, la promesa de la igualdad de las razas y la oportunidad para que mujeres y niñas busquen su propio potencial, la capacidad de los ciudadanos a tener voz en cómo se les gobierna y a tener confianza en la gestión de la justicia. Porque al igual que ningún país debe ser obligado a aceptar la tiranía de otro, ninguna persona debe ser obligada a aceptar la tiranía de su propio pueblo.
Como afro estadounidense, jamás olvidaré que no estaría aquí hoy sin la búsqueda constante de una unión más perfecta en mi país. Ese hecho guía mi convicción de que, a pesar de lo negativas que puedan parecer las circunstancias, quienes eligen el lado de la justicia pueden forjar un cambio transformador. Yo me comprometo a que Estados Unidos siempre estará del lado de quienes defienden su dignidad y sus derechos, del lado del estudiante que quiere aprender, del votante que exige ser escuchado, de los inocentes que desean ser libres, de los oprimidos que anhelan igualdad.
La democracia no se puede imponer en ningún país desde el exterior. Cada sociedad debe encontrar su propio camino, y ningún camino es perfecto. Cada país seguirá el rumbo que traza la cultura de su pueblo y sus tradiciones pasadas. Reconozco que Estados Unidos se ha comportado con demasiada frecuencia de modo parcial en la promoción de la democracia. Pero ello no debilita nuestro compromiso, sino que lo refuerza. Hay principios fundamentales que son universales, hay verdades que son evidentes y Estados Unidos de América nunca vacilará en sus esfuerzos por defender el derecho de todos los pueblos a determinar su propio destino.
Hace sesenta y cinco años, un agotado Franklin Roosevelt se dirigió al pueblo estadounidense en su cuarto y último discurso de investidura. Tras años de guerra, trató de resumir las lecciones que podían extraerse de los terribles sufrimientos y enormes sacrificios que habían tenido lugar. “Hemos aprendido a ser ciudadanos del mundo, a ser miembros de la comunidad humana”, dijo.
Las Naciones Unidas fue un organismo creado por hombres y mujeres como Roosevelt, de todos los rincones del mundo, de África y Asia, de Europa y de las Américas. Estos arquitectos de la cooperación internacional tenían un idealismo que era cualquier cosa menos ingenuo, que estaba arraigado en las duras lecciones de la guerra, en la sabiduría que los países podían promover sus intereses mediante la acción conjunta en lugar de fragmentada.
Ahora nos corresponde a nosotros, puesto que esta institución será lo que nosotros hagamos de ella. Las Naciones Unidas hacen el bien en todo el mundo: alimentan a los hambrientos, cuidan a los enfermos, reparan lugares que han sufrido conflicto, pero también se esfuerza por imponer su voluntad y por estar a la altura de los ideales de su fundación.
Creo que esas imperfecciones no son motivo para alejarse de esta institución, sino que son un llamamiento a redoblar nuestros esfuerzos. Las Naciones Unidas pueden ser un lugar donde discutimos las viejas quejas o establecemos un terreno común; un lugar donde nos centramos en lo que nos diferencia o en lo que nos une; un lugar donde consentimos la tiranía; o una fuente de autoridad moral. En resumidas cuentas, las Naciones Unidas pueden ser un organismo que está desconectado de lo que importa en la vida de nuestros ciudadanos o un factor indispensable para promover los intereses de los pueblos a los que servimos.
Hemos llegado a un momento decisivo. Estados Unidos está listo para comenzar un nuevo capítulo de la cooperación internacional, que reconozca los derechos y las responsabilidades de todos los países. Así pues, con confianza en nuestra causa y con el compromiso a nuestros valores, hacemos un llamado a todos los países a unirse a nosotros en la creación del futuro que tanto se merecen nuestros pueblos.
Muchas gracias a todos."
Discurso publicado en el sitio "America.gov".

21 de Septiembre, Día Internacional de la Paz 2009. Desarme y no proliferación




Paz
Cultura de Paz
El Día Internacional de la Paz, que se observa todos los años cada 21 de septiembre, es un llamamiento mundial a la cesación del fuego y a la no violencia. Este año el Secretario General está pidiendo a los gobiernos y a los ciudadanos que centren su atención en el desarme nuclear y la no proliferación.
El 13 de junio de 2009, el Secretario General Ban Ki-moon lanzó una campaña por medio de plataformas múltiples con el lema Debemos desarmarnos para conmemorar el conteo de 100 días que culminarán en el Día Internacional de la Paz, el 21 de septiembre.
Durante los cien días de la campaña, las Naciones Unidas crearán conciencia acerca de los peligros y los costos de las armas nucleares dando a conocer diariamente una razón que explique por qué el desarme nuclear y la no proliferación son tan fundamentales, por medio de Twitter y las redes sociales Facebook y MySpace. Se han sumado a la campaña lanzada por el Secretario General, el Mensajero de la Paz de las Naciones Unidas Michael Douglas, quien desde 1998 ha sido un paladín de la causa del desarme en nombre de las Naciones Unidas, y el actor estadounidense Rainn Wilson, protagonista de la serie de TV The Office.
Cualquier persona puede participar firmando una Declaración para apoyar la campaña del Secretario General destinada a liberar al mundo de las armas nucleares, y ofreciendo sus propias razones por las cuales Debemos desarmarnos en el espacio destinado para ello a continuación de este texto.
La Asamblea General de las Naciones Unidas estableció en 1981 el Día Internacional de la Paz para “conmemorar y fortalecer los ideales de paz en cada nación y cada pueblo y entre ellos”. Veinte años después, la Asamblea General decidió que el 21 de septiembre de cada año se observara un “día de cesación del fuego y de no violencia en todo el mundo " e invitó a todos los Estados Miembros, a las organizaciones y a todas las personas a conmemorar ese día, entre otras cosas mediante la educación y la sensibilización del público, y a cooperar con las Naciones Unidas en el establecimiento de una cesación del fuego a nivel mundial.

Día Internacional de la Paz
21 de Septiembre

En el año 1981, La Asamblea General declaró que el día de la apertura de su período ordinario de sesiones en septiembre sería «proclamado y observado oficialmente como Día Internacional de la Paz, y dedicado a conmemorar y fortalecer los ideales de paz en cada nación y cada pueblo y entre ellos» (resolución 36/67).
El 7 de Septiembre de 2001, la Asamblea General decidió que, a partir del 2002, el Día Internacional de la Paz será observado cada 21 de septiembre, fecha que se señalará a la atención de todos los pueblos para la celebración y observancia de la paz (resolución 55/282). Declaró que «el Día Internacional de la Paz se observará en adelante como un día de cesación del fuego y de no violencia a nivel mundial, a fin de que todas las naciones y pueblos se sientan motivados para cumplir una cesación de hostilidades durante todo ese Día». También invitó a todos los Estados Miembros, a las organizaciones del sistema de las Naciones Unidas, a las organizaciones regionales y no gubernamentales a conmemorar de manera adecuada el Día Internacional de la Paz realizando, entre otras cosas, actividades educativas y de sensibilización de la opinión pública, y a colaborar con las Naciones Unidas en el establecimiento de una cesación del fuego a nivel mundial.

Elena I. Highton: “No conozco a nadie que soporte un juicio durante cinco años”


Mundo Mediación
Leyes sobre Mediación
Mediación Civil
Buenos Aires, Argentina. "No hay ningún ciudadano que quiera transitar cinco años por un juicio, estar sometido a perder días de trabajo, hacerse mala sangre o no dormir la noche previa a la audiencia. Yo misma, cuando tuve un problema traté de arreglarlo pacíficamente". Elocuente y simple, la vicepresidenta de la Corte Suprema de Justicia de la Nación, Elena Highton de Nolasco, estuvo en Rosario y ponderó las herramientas que permiten dirimir conflictos a través de métodos de mediación prejudicial.
La funcionaria estuvo la semana pasada en la ciudad invitada por el Ministerio de Justicia y Derechos Humanos de Santa Fe para participar de las primeras jornadas provinciales sobre métodos pacíficos de resolución de conflictos. Las conferencias se orientaron a dar impulso a la reforma del Poder Judicial que lleva a delante el gobierno de Hermes Binner.
En ese rumbo se enmarcan distintas estrategias. Una de ellas es el proyecto de ley para establecer la obligatoriedad de la mediación en temas civiles y comerciales, que ya fue enviado a la Legislatura. Así lo anunció el ministro de Justicia, Héctor Superti, y aclaró que ya está en la comisión de Asuntos Constitucionales de Diputados.
Cambios culturales.
"Principalmente tiene que haber cambios culturales. La mediación obligatoria da lugar a que la gente la tenga que usar antes de ir a la Justicia. A veces hay resistencia, porque creen que es un paso más. Pero conociendo las experiencias en otras provincias, una vez que saben que existe y se difunde, al poco tiempo todos empiezan a preguntar al abogado o al vecino que ya la utilizó", expresó la ministra de la Corte.
Para la jueza, "no hay ningún ciudadano que quiera transitar cinco años por un juicio con todo lo que ello implica, como estar sometido a perder días de trabajo, hacerse mala sangre, no dormir la noche previa a las audiencias o tener que pasar por pericias. Más aún cuando sabe que puede resolver el conflicto en tan sólo un mes y pacíficamente. Yo, cuando tuve un problema, traté de arreglarlo por esa vía", ejemplificó.
Con extensa formación en el campo de los métodos pacíficos de resolución de conflictos, Highton de Nolasco ponderó estas herramientas para dirimir diferencias sin necesidad de atravesar la maraña judicial.
No siempre.
Highton de Nolasco aclaró que la obligatoriedad de la mediación que se intenta instaurar en Santa Fe es para las causas civiles, no penales. "No todos los casos son susceptibles de mediación. Y hay que aclarar que no implica un abolicionismo penal. La mediación prejudicial de la que hablamos es civil y comercial, porque la penal tiene otros criterios", aclaró la ministra.
Abogados litigantes.
Ante esta nueva forma de asesoramiento y la necesidad de acortar y concentrar los procesos, Highton de Nolasco también reclamó a los letrados que aprendan "negociación u otras técnicas, que no son necesariamente las de litigar". No obstante, la ministra hizo una salvedad: "A los abogados que hace 40 años que están litigando les cuesta, pero los más jóvenes están consustanciados con métodos más pacíficos de resolución de conflictos".
Consultada sobre cierta resistencia que manifiestan los colegios de abogados ante el impulso que se le quiere dar a la mediación, la vicepresidenta del supremo Tribunal fue categórica: "En ellos también debe operar un cambio cultural. Tienen un rol de patrocinio, de asesoramiento y el mandato de las partes. Los abogados deben darse cuenta de que cobran lo mismo en una semana o en un mes que lo que van a obtener al finalizar un juicio. Además, la ley contempla el patrocinio obligatorio, entonces siguen teniendo mucho trabajo que hacer".
Nota de Claudio González, publicada el 14 de Septiembre de 2009 en el sitio "La Capital.com"
http://www.lacapital.com.ar/contenidos/2009/09/14/noticia_0004.html

Congreso Mundial sobre Justicia Juvenil Restaurativa en Perú


Justicia Restaurativa
Buenos Aires, Argentina. La organización no gubernamental internacional "Fundación Terre des Hommes", junto al ministerio Público peruano y la Universidad Católica de Perú, realizarán el I Congreso Mundial de Justicia Juvenil Restaurativa el próximo mes en Lima.
El encuentro internacional, que se llevará a cabo entre el 4 y el 7 de noviembre, contará como conferencistas argentinos a la doctora en Psicología Eva Giberti, Coordinadora del Programa "Las Víctimas contra las violencias" del ministerio de Justicia, Seguridad y Derechos Humanos; y al abogado Atilio Alvarez, defensor Público de Menores e Incapaces en Buenos Aires.
Los objetivos del Congreso Mundial, al que asistirán estudiantes, profesionales y funcionarios de más de 47 nacionalidades, estarán centrados en promover "el nuevo y prometedor modelo de Justicia Juvenil Restaurativa, como una respuesta a la actual corriente neo-retribucionista, y precisar su naturaleza, alcances y aplicaciones concretas".
Además, según contó a Télam el delegado en Perú y Consejero Técnico Regional para América Latina y el Caribe de la Fundación Terre des hommes Lausanne, Jean Schmitz, "queremos generar un ámbito de reflexión sobre el concepto de Justicia Juvenil Restaurativa y formular un análisis crítico de su viabilidad".
Pero también vamos a profundizar la metodología y los instrumentos propios de la Justicia Juvenil Restaurativa, valorar la situación de la víctima y la necesidad de su protección y reparación del daño".
Asimismo, en el Congreso se debatirán los intercambios de experiencias, lecciones aprendidas y buenas prácticas de Justicia Juvenil Restaurativa en el mundo, y la elaboración de una propuesta de directrices sobre el desarrollo e implementación de un modelo de Justicia Juvenil Restaurativa.
El encuentro se realizará en la sede de la Universidad Católica de Lima, Perú, y en las distintas jornadas habrá conferencias sobre "Fundar la justicia juvenil en base a la justicia restaurativa", "Juzgar a los niños como niños", "La criminalización de los niños vulnerables", y " El fin del tutelarismo, el regreso al retribucionismo y el nacimiento de la Justicia Juvenil Restaurativa", a cargo de Atilio Alvarez.
Además se harán conferencias especializadas sobre "Justicia Juvenil Restaurativa - Retos y Recompensas" (Chris Graveson), "Violencia contra Niños y Niñas victimas durante el proceso de judicialización (Eva Giberti), "La posición de la víctima en la justicia restaurativa" (Marc Groenhuijsen) y "Los medios de comunicación y la justicia juvenil restaurativa" (Charito Calvachi-Mateyko).
Para complementar las charlas académicas del Congreso habrá paneles, grupos de trabajo y actividades culturales que realizarán los jóvenes que participaron de los programas de Justicia Juvenil Restaurativa que comenzaron como prueba piloto y se llevan a cabo en El Agustino y Chiclayo, dos distritos de la capital peruana.
Nota publicada el 17 de Septiembre de 2009, en el sitio "Patagónico.net"
http://www1.elpatagonico.net/index.php?item=viewlast&ref=ultimas&id=24445&sec=pol

La Educación para la Paz en el Foro Mundial de Educación 2010


Cultura de Paz
Educación para la Paz
Santiago de Compostela, La Coruña, Galicia, España. Santiago acogerá el Foro Mundial de Educación en el 2010. Será entre el 9 y el 13 de diciembre, al final ya del Xacobeo, lo que para el alcalde supondrá «o mellor broche de ouro» para el año santo y el refuerzo internacional del papel del Camino de Santiago en el fomento de la cultura de convivencia.
La iniciativa se la trasladó ayer personalmente al alcalde el presidente de la Fundación Cultura de Paz y del comité organizador de dicho foro mundial, Federico Mayor Zaragoza, quien mantuvo una reunión en Raxoi con el regidor, acompañado por el presidente del Seminario Galego de Educación para a Paz, Manuel Dios. Xosé Sánchez Bugallo no solo saludó la decisión de que ese foro eligiese Santiago, sino que manifestó la disposición del Ayuntamiento a colaborar con la organización.
El foro se centrará en la educación, la investigación y la cultura de paz y traerá actividades culturales y musicales paralelas a favor de la paz. En ese caso «me gustaría imaginar aquí conciertos de todo orden, como Juanes y Miguel Bosé, y todos los que representan esa canción por la paz y la solidaridad sin fronteras», dijo Zaragoza. Con motivo de ese foro, también se reunirá en Santiago el Grupo de Alto Nivel de Naciones Unidas sobre la Alianza de Civilizaciones.
Mayor Zaragoza se entrevistó igualmente ayer con el presidente de la Xunta y el conselleiro de Cultura y con representantes parlamentarios.
Nota publicada el 16 de Septiembre de 2009, en el sitio "La Voz de Galicia.es"
http://www.lavozdegalicia.es/santiago/2009/09/17/0003_7976355.htm

Los mediadores de paz: El oficio del pacificador


Mediación por la Paz
Cultura de Paz

Los médicos, los contables, los publicistas, los ingenieros, todos los profesionales celebran sus grandes congresos anuales. También lo hacen, pero de manera más discreta, los mediadores en los conflictos armados del mundo. Cada verano emergen de la clandestinidad en la que suelen operar y se juntan en un hotel silvestre de las afueras de Oslo, sede de los premios Nobel y capital mundial de la paz. Hoy, pese a la crisis que agobia a casi todas las demás profesiones, los mediadores no sufren por falta de trabajo. Después de la era Bush, en la que se disparaba primero y se hacían preguntas después, el clima político generado por la presidencia de Barack Obama apunta al diálogo como instrumento prioritario para resolver conflictos.
"Por primera vez en mucho tiempo, en vez de nadar contracorriente, vamos con la ola a favor", dijo una de las figuras más veteranas presentes en el último encuentro. "¡El contexto en tan diferente al que hemos vivido durante los últimos ocho años!". Según las reglas del juego del foro anual en Oslo, no se puede citar por nombre a los participantes. Con frecuencia abren canales de comunicación entre gobiernos y grupos violentos armados en tiempos en los que ambos lados niegan, por razones políticas, que tales contactos existen. El éxito de sus operaciones radica en parte en el secretismo. Y por eso en Oslo se exigía máxima discreción.
Eran unos 70 los que participaron en el foro, entre ellos ex presidentes, primeros ministros, cancilleres, embajadores; antiguos espías o militares retirados; asesores presidenciales; altos cargos políticos de Naciones Unidas; ex guerrilleros o (según el punto de vista) terroristas: gente que opera o ha operado en misiones de extrema delicadeza, y a veces peligro, en Irán, Afganistán, Corea del Norte, Congo, Somalia, Uganda, Sri Lanka, Nepal, Colombia, Palestina e Israel, e incluso el País Vasco. Gente osada y aventurera, pero al mismo tiempo compleja, varios de ellos serían personajes dignos de una novela de John le Carré. Los encargados de reunirlos son, los que organizan el evento, son el Gobierno de Noruega y el Centro de Diálogo Humanitario Henri Dunant, el organismo semisecreto (también territorio le Carré) cuyos agentes actuaron de mediadores entre el Gobierno español y ETA, a petición de ambos, en el fracasado proceso de negociación vasco. Aquella labor fue delicada y generó una furiosa polémica; lo mismo se puede decir de casi todos los procesos en los que se involucran los individuos que acudieron a Oslo.
Son idealistas (si no, dedicarían su considerable energía e inteligencia a labores mejor remuneradas), pero no son soñadores. Y como confesó unos de ellos, veterano actor en conflictos como el de Irak y el de Sudán, "rasca un poco a los que estamos aquí y descubrirás una vena profunda de escepticismo". Pero siguen en su labor -parte política, parte misionera, parte cowboy- aún sabiendo que se les exige una paciencia infinita y que muchas veces están condenados al fracaso, o a arriesgar sus vidas. Se mueven entre sombras, tratando cara a cara con gente que tiene la sangre de miles en sus manos, y mueven montañas para organizar diálogos en territorio neutral -habitualmente en Oslo o en Ginebra, sede del Centro Henri Dunant- entre líderes de gobiernos y movimientos armados que están en guerra y se odian.
Hacen lo que hacen porque creen que la paz es mejor que la guerra y, como dijo un participante en una de varias mesas redondas celebradas en Oslo, no importa si el proceso de mediación es frustrante y decepcionante, si dura meses o incluso años, el diálogo es mucho más barato en todos los sentidos que la opción militar. Un ex general presente en las discusiones señaló también que hay que puntualizar la diferencia entre una batalla, en la que el único objetivo es "matar y destruir", y una guerra, en la que hay que "luchar y hablar", ya que el origen de la guerra es político y su final tiene que ser político también.
El problema en Irak, según se concluyó en una mesa redonda, fue que el Gobierno de George W. Bush se fue a la guerra guiado sólo por la lógica de la batalla, matar y destruir. Por otro lado, los mediadores de Oslo tuvieron que reconocer que la fuerza en sí a veces triunfa sobre el diálogo. Se vio un ejemplo reciente en Sri Lanka, donde las fuerzas gubernamentales aniquilaron a la guerrilla de los Tigres de Liberación de la Tierra Tamil, tras un conflicto que había durado 30 años.
De todos modos, como señalaron varios participantes en Oslo, la mediación política tendrá que volver a entrar en juego para evitar que el resentimiento tamil generado por el baño de sangre lleve a la creación de otro movimiento armado más adelante.
Una persona que se tuvo que declarar rendida tras la victoria militar del Gobierno de Sri Lanka, pero que espera que pronto vuelva a entrar en acción, es Erik Solheim, que invirtió diez años en el intento de lograr una solución negociada en el pequeño país asiático. Solheim, el ministro de Desarrollo Internacional de Noruega, es político y mediador al mismo tiempo. Al margen del encuentro de Oslo, en el que participó, habló con EL PAÍS, y realizó una disección de las características que definen a los enigmáticos especialistas que su Gobierno invita cada verano a su país a conversar sobre la mecánica de la paz. "Un mediador debe poseer, primero, un radar político muy sofisticado y sensible, debe de tener un feeling por el ambiente político del país donde opera, pese a que uno nunca comprenderá totalmente los matices de la cultura de un país en el que uno no ha nacido", explicó Solheim, hombre de pasado marxista cuya experiencia en la mediación le ha llevado a una visión menos idealista, más pragmática de la vida. "Segundo", dijo, "debe tener una tremenda dedicación y paciencia, un espíritu de misionero, aunque esto signifique que su trabajo entre en conflicto con sus obligaciones familiares. Tercero, se requiere una personalidad dispuesta a emprender riesgos, a diferencia del diplomático tradicional que rehuye de los riesgos. ¿Puede salir mal algo? Sí. Pero la pregunta debe de ser, ¿puede salir bien?".
"Cuarto, un mediador de esta naturaleza deber poseer el don de la empatía, debe poder conectar realmente con su interlocutor, sea quien sea. A veces uno se encuentra reunido con un individuo que ha matado a muchísimas personas, pero hasta cierto punto hay que lograr una conexión no sólo intelectual sino emocional con esta gente. Y, quinto, es esencial hablar con franqueza, comunicar una sensación de integridad y de entereza, crear confianza en el interlocutor y no dar la impresión de que se está actuando a favor de un bando u otro".
Solheim es lo suficiente frío y realista como para entender, especialmente tras su experiencia en Sri Lanka, que los métodos pacíficos no ofrecen siempre la solución de la paz. La paz es sencillamente el terreno en el que él y su Gobierno pueden ofrecer un valor añadido. "En muchos lugares lo que las condiciones exigen es una mezcla entre el diálogo y el uso de la fuerza. Nosotros aportamos diálogo, pero ambos instrumentos son necesarios a veces para llegar a una solución política. Si una banda criminal secuestra a tu hijo no descartarás el uso de la fuerza para salvarle, pero tampoco descartarás la negociación con los secuestradores".
También Solheim entiende hoy que, contrario a las enseñanzas marxistas que recibió en su juventud, la capacidad de un individuo de cambiar el destino de un país es enorme. "He llegado a la conclusión de que una persona, un líder, tiene un poder tremendo en sus manos en situaciones de conflicto en los que se puede optar por el camino de la guerra o el de la paz. La figura más influyente del siglo XX fue Hitler. Sin Hitler, no habría hoy un Estado de Israel, EE UU y la Unión Soviética habrían tenido una relación completamente diferente, todo hubiera sido diferente. Lo mismo en Suráfrica si Mandela no hubiera conducido el país por el camino de la reconciliación, si hubiera optado por la venganza. Lamentablemente demasiados pocos líderes siguen el ejemplo de Mandela, y lo que buscan es la ventaja política inmediata".
La vanidad y el egoísmo de los dirigentes políticos son los obstáculos con los que los mediadores se topan continuamente, exigiendo paciencia, generando frustración y alimentando aquella vena escéptica a la que se refirió uno de los mediadores más veteranos en el foro de Oslo. "Sí", dijo Solheim, "desafortunadamente en la mayoría de los conflictos los líderes políticos tienen como objetivo principal su propio bienestar, sea esto cuestión de extender su poder o de enriquecerse. Por eso un mediador siempre debe preguntarse ¿qué ventajas sacan los políticos de determinado conflicto? Porque si el conflicto les permite prosperar va a ser mucho más difícil llegar a un final negociado".
Otra dificultad que encuentran los mediadores, ligada al eterno problema de la vanidad, es que los líderes en cuyas manos está el final o la continuación de un conflicto basan sus decisiones en información equivocada. "En la mayoría de los casos los dirigentes, sean estos dictadores o políticos democráticamente electos, se pasan el día oyendo a gente que les dice lo que quieren oír, que les recuerda que son grandes genios, y esto no ayuda en absoluto. Tomemos el caso de Sadam Husein: cometió errores gravísimos respecto a las intenciones de EE UU porque la gente que le rodeaba no le dijo la verdad, en este caso porque temían que él les matara".
La relación personal es la clave del éxito de una negociación de paz, dice Solheim, y la clave del éxito del mediador también. Por eso ha llegado a la conclusión de que para resolver un conflicto hay que atenerse a lo que ocurre hoy, y no intentar, como ocurre con demasiada frecuencia, resolver resentimientos históricos acumulados a veces durante siglos. "Hay que ser pragmático. Esto es absolutamente clave. Si uno se propone rectificar lo que ocurrió en el pasado, nunca funciona. No hay ni un metro de tierra que no pueda ser exigido como territorio soberano por cualquier cantidad de grupos, de razas o naciones. Si uno quiere optar por esa ruta, Estados Unidos pertenece a los indios americanos, Rusia sería un estado más pequeño, etcétera. Yo creo que en vez de poner el enfoque en las raíces históricas de un conflicto hay que fijarse mucho más en los intereses de los políticos hoy, ahora, ya que muchas veces son los que crean los conflictos por motivos egoístas y mezquinos. Se nos puede pedir que ayudemos a resolver conflictos contemporáneos, pero, ¡que no se busque acabar con miles de año de injusticia en un día!".
Nota de John Carlin publicada el 13 de Septiembre de 2009 en el sitio "El País.com"

"El diálogo es señal de fuerza" -Jonas Gahr Stoere. Ministro de Relaciones Exteriores de Noruega


Cultura de Paz
Mediación para la Paz

El negocio de Jonas Gahr Stoere es la paz, pero sabe de violencia. Sobrevivió a un atentado talibán el año pasado en un hotel de Kabul que dejó un saldo de seis muertos, entre ellos un periodista noruego que viajaba con él. Stoere, ministro de Asuntos Exteriores de Noruega, no ha permitido que el trauma y el horror de aquel incidente diluya el esmero con que su Gobierno insiste en inmiscuirse en los asuntos de países lejanos, promocionando siempre el diálogo como solución a los conflictos.
Noruega es un país de apenas cinco millones de habitantes, extremadamente rico debido a la abundancia que posee de petróleo y gas natural. El Kuwait del norte invierte casi mil millones de euros al año en la mediación de conflictos armados, lo cual permite al Gobierno de Noruega un papel en la política internacional muy por encima de su tamaño. Expertos en cómo hacer la paz, con experiencia de diálogo acumulada en cuatro continentes desde el final de la Guerra Fría, actúan directamente a través de sus diplomáticos o a través del Centro Henri Dunant, organismo especializado en la mediación cuyo principal contribuyente es el Gobierno de Noruega. Stoere, conocida figura en los foros internacionales, es el líder noruego de la política de la paz.
Pregunta. No todo el mundo está favor del diálogo como solución a los conflictos violentos.
Respuesta. Sí. Hay quienes insisten en que el diálogo es señal de debilidad. No estoy de acuerdo. Digo que el diálogo es señal de fuerza. ¿Por qué? Porque participar en un diálogo no significa abandonar tus valores y principios; significa ocupar el centro político, el lugar donde la gente real vive. Los que dicen que hay que estar con nosotros o en contra no están haciendo caso a la gente decente de a pie. Si no usamos el diálogo en nuestras culturas multiculturales lo que tenemos es un monólogo, y eso nos hace menos sagaces, más tontos, más peligrosos, y logra que definamos nuestras identidades en oposición a las identidades de otros.
P. Noruega habla muchas veces con grupos que ciertos Gobiernos consideran terroristas, por ejemplo con Hamás en Palestina. ¿Qué opina EE UU de esto?
R. Tenemos la valentía de decirles incluso a nuestros amigos más cercanos, como los norteamericanos, que hablaremos con Hamás, que hablaremos con todas las partes en el conflicto de Oriente Próximo. Ahora, la posición pública de Estados Unidos sobre este tema es una, pero lo que dicen en privado es otra cosa. Condoleezza Rice [la secretaria de Estado de George W. Bush] nos dijo en septiembre que nuestra actuación con los palestinos tenía valor para el proceso de paz. Hillary Clinton también ha expresado su aprecio por el trabajo que hacemos. Y la UE también. Comparten nuestro análisis de que hay que hablar con todas las partes en Palestina, sin excluir a Hamás, y se lamentan de no poder hacerlo. Todos entienden que hay cosas que podemos hacer los pequeños países que los grandes no pueden. Podemos intentar cosas sin pagar un precio político.
P. ¿Por qué Noruega?
R. Tenemos una larga tradición misionera y de ayuda humanitaria en todos los rincones del mundo, lo cual nos da conocimiento y acceso a la gente local en los lugares de conflicto, por ejemplo en la frontera entre Pakistán y Afganistán. Noruega no posee bagaje colonial ni tiene intereses económicos en estos lugares, lo cual hace que Noruega sea vista como una interlocutora honesta. Intervenimos sólo en países en los que no tenemos intereses nacionales obvios en juego. El hecho de que carecemos de peso militar, estratégico, financiero y político es nuestra fuerza. Si sumas eso a la experiencia que tenemos acumulada en la mediación entonces se explica que las fuerzas políticas de Filipinas, Sri Lanka, Oriente Próximo, América Latina y otros acudan a nosotros.
P. ¿Pero tiene que ver algún interés nacional noruego entre tanto altruismo?
R. Sí. Tener estas redes internacionales y conocimiento y experiencia sobre el terreno en muchos lugares conflictivos nos da un acceso a la mesa de los grandes del mundo que no tendríamos si no hiciéramos este tipo de trabajo.
P. ¿Obama cambia las cosas? ¿Le dará más importancia al papel mediador de Noruega?
R. Creo que Obama entiende que el instrumento más potente en la caja de herramientas que posee es el diálogo, que va ligado a la potencia militar, claramente. Con lo convencidos que estamos en Occidente de representar valores universales, negarnos al diálogo no es la forma de influir en el resto del mundo o de maximizar nuestros intereses.
Nota de J. Carlin, publicada el 13 de Septiembre de 2009 en el sitio "El País.com"
http://www.elpais.com/articulo/internacional/dialogo/senal/fuerza/elpepuint/20090913elpepiint_7/Tes

Para saber más del Centro HD. Centre for Humanitarian Dialogue. Mediation for Peace.

http://www.hdcentre.org/

Mediadores Comunitarios en Tamaulipas


Mediación México
Mediación Comunitaria

Ciudad Victoria, Tamaulipas. El Comité Ciudadano de Seguridad Pública, comenzará ya con la capacitación del segundo grupo de mediadores comunitarios cuya función es la resolución de problemas menores en las colonias de la ciudad, anunció el presidente del Comité, Lauro Peña García.
Vamos el 28 con este segundo grupo, de entre 40 y 60 personas, son ciudadanos con cierto perfil y liderazgo en las colonias lo que nos permite prevenir problemas y delitos con su intervención, cuando se trata de delitos menores como riñas, discusiones y desavenencias que pueden prolongarse y derivar en un delito como la agresión, dijo.
Tenemos ya un grupo de 50 mediadores que esta activo en diversas colonias y que nos ha permitido evitar problemas mayores, ellos fueron capacitados por la Secretaría de Seguridad Pública y son un gran apoyo para la autoridad municipal, consideró Peña García.
Estas personas pertenecen a los comités que se integran en las colonias con personas preocupadas con la prevención de los delitos y la seguridad en general de las colonias de nuestra ciudad.
Manifestó que la idea es tener hasta más de 100 mediadores comunitarios en una primera etapa que puedan asistir a las autoridades o antes de que éstas intervengan y de esa manera lograr que los ciudadanos arreglen sus diferencias mediante el diálogo.
Peña García señaló que será a partir de este 28 cuando finalmente estos nuevos ciudadanos se sometan a la instrucción y capacitación por personal profesional del Gobierno del estado.
“Hemos tenido muchos casos en los que los mediadores logran que discusiones o posibles enfrentamientos entre colonos puedan concluir en una solución pactada, negociada y así evitar por ejemplo una riña, esa es la intención de este programa”, dijo el presidente del Comité Ciudadano de Seguridad Pública.
Manifestó que ya la mayoría de los comités de seguridad en las colonias o sectores están integrados y su función es muy específica en la prevención de los delitos.
“Por eso logramos entregarles un radio con el que es mucho más rápido y seguro solicitar la presencia de las autoridades cuando alguna circunstancia comienza a salirse de las manos y puede derivar en un delito grave”, sostuvo lauro peña.
Nota de Jorge Caleb, publicada el 10 de Septiembre de 2009, en el sitio "Entorno Tamaulipas.com"
http://www.entornoatamaulipas.com/noticias/templates/nota.aspx?articleid=16413&zoneid=1

La Mediación satisface al 95% de usuarios en Ecuador


Mundo Mediación
Notas sobre Mediación

La mediación es un mecanismos alternativo de solución de conflictos, que está desde el 1997 regulado mediante la Ley de Arbitraje y Mediación en el Estado ecuatoriano.
El Ministerio de Justicia y Derechos Humanos lleva adelante una campaña de información en los centros educativos del país, con el fin de capacitar, formar y difundir los beneficios que se ofrecen con la mediación.
El ministro de Justicia, Néstor Arbito, revela que resultados para la solución de conflictos son favorables.
Guayaquil, Ecuador.
Solucionar los conflictos a través de la mediación representa en el Ecuador una alternativa de justicia que da buenos resultados. A esta conclusión llegó Néstor Arbito, ministro de Justicia y Derechos Humanos, al revelar que cerca del 95% de los acuerdos fijados para la solución de los casos llegan a ser cumplidos por las partes involucradas.
Este porcentaje está reflejado en los indicadores de los centros de Mediación, los cuales determinan -según Arbito- que aproximadamente el 70% de los conflictos atendidos han tenido una resolución de mutuo acuerdo. De ese porcentaje, el 95% de los pactos ha sido cumplido.
Con ello se ha evitado que la mayoría de las resoluciones firmadas en las actas de mediación pasen a ser conocidas por el sector judicial, tomando en cuenta que esos acuerdos tienen el poder de sentencia que permite, en caso de no cumplir en el compromiso, demandar al culpable ante la justicia ordinaria.
“Los resultados nos demuestran que la mediación es una herramienta de fácil acceso y muy efectiva para la ciudadanía”, detalló el Ministro, al aclarar que hace falta trabajar en la oferta del servicio debido a que el conocimiento de su funcionabilidad llega a un extracto reducido de la sociedad.
La situación es tal que uno de los centros de conciliación llega a receptar al año entre 500 y 700 causas.
“Si lo vemos por cantidad no encontramos un impacto mayor en la evacuación de cargas, pero los beneficios son visibles desde la calidad del servicio”, acotó.
Similar opinión tiene Amada André Morán, directora del Centro de Mediación de la Corte Superior de Justicia de Guayaquil, al asegurar que en la mayoría de los casos se cumplen los pactos porque han sido acordados voluntariamente.
Dijo, además, que muchas resoluciones se obtienen en la primera audiencia, pero en muchos casos se deben realizar hasta tres.
Para el abogado Lenín Campoverde, especializado en mediación, el tiempo aproximado para resolver un conflicto llega a menos de un mes, lo cual es un período corto al compararlo con los largos procesos del sector judicial. “A veces pasa hasta más de un año para obtener una resolución en los juzgados”, señaló.
Al área de mediación de Guayaquil, que está ubicado en el segundo piso del edificio judicial (José de Antepara y avenida 9 de Octubre), llegan anualmente más de 600 denuncias.
Aquí se atienden conflictos relacionados con casos de la Niñez y Adolescencia, como regulación de visitas, prestación de alimentos, tenencia del menor, entre otros.
En lo vinculado con lo laboral se tratan problemas de comunicación entre el patrono y el empleado, despidos intempestivos, etc. En el área civil se atienden las disputas de inquilinato, incumplimientos de contrato, societarios y cuestiones patrimoniales.
En ciertas ocasiones los litigios son conocidos por estos centros debido a que los jueces envían de oficio los casos a mediación. Esto ocurre cuando los funcionarios consideran que los conflictos pueden llegar a una solución por esta vía.
Otra de las forma es que una de las partes solicite al juez se derive el caso a esta área, siempre que la contraparte esté de acuerdo.
Cuando esta situación ocurre se da el plazo de 15 días para solucionar el conflicto, período en el cual se debe notificar al juez lo logrado hasta la fecha.
No obstante, hay personas que acuden voluntariamente a solicitar los servicios de mediación. Uno de esos casos es el de Guadalupe Rodríguez Tomalá, quien desea resolver un problema de convivencia debido a que su esposo permitió, recientemente, que sus hijas de otro compromiso se queden viviendo en el hogar que los dos poseen en la O y la 29, en el Suburbio de la urbe.
Rodríguez señaló que la falta de recursos y la necesidad de obtener una solución rápida a su problema la motivaron a solicitar ayuda en mediación.
“Aquí los trámites son gratuitos y no tengo la necesidad de pagar un abogado para llevar adelante el proceso”, detalló la usuaria.
Nota de Richard Eugenio, publicada el 10 de Septiembre de 2009 en el sitio "El Telégrafo.com"
http://www.eltelegrafo.com.ec/policiales/noticia/archive/policiales/2009/09/10/Mediaci_F300_n-satisface-al-95_2500_-de-usuarios.aspx

Revista Conexión Social

Universidad Autónoma de Zacatecas presenta: Panel del Día Internacional de la Paz

Mediación. Temas selectos

Cultura de Paz y Mediación

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Métodos Alternos de Solución de Conflictos de José Benito Pérez Sauceda

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Métodos Alternos de Solución de Conflictos: Justicia Alternativa y Restaurativa para una Cultura de Paz por José Benito Pérez Sauceda

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Mediación Monterrey. Por una regia y pacífica solución. Creador/Coordinador: José Benito Pérez Sauceda. Mediación Monterrey desde 2008.

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