Sentirse
Mediador
Javier Alés Sioli
Hace
poco os decía que aprender mediación no es tan importante como sentirte
mediador… y lo comparaba con la escritura. Todo el mundo tiene derecho a saber
leer y escribir pero muy pocos puedes ser escritores. Ser Escritor es un oficio
divino. Cuando originalmente el hecho de escribir consistía más en copiar,
transcribir y crear documentos con fines primordialmente económicos, legales y
de registro. Originalmente no había gran variedad de autores explícitos, la
mayoría eran anónimos. Al principio, escribir sólo era un oficio de
transcribir. Pero hoy, sin embargo, el oficio ha adquirido tanto prestigio pues
se vincula directamente con la autoría, con la creación, con el dominio de las
ideas y la verbigracia. Hoy, ser escritor significa mucho más, implica ser
capaz de dominar al lenguaje, transmutarlo, tergiversarlo armoniosamente y con
ello saber dirigir tu vida. Ser escritor, en este tiempo, quiere decir
representar una voz activa dentro de la sociedad, quiere decir ser capaz de
hablar sobre lo que otros no se atreven. Actualmente, ser escritor significa
entender la psique humana, entender a los demás…. Querer compartir con los
demás lo que sabes y con ello exhibir, para no guardar nada ¿os suena algo de
lo que decimos a la mediación?... Algo que no se comprende, es que no es
requisito estudiar una carrera humanística para ser escritor, y que no se
necesita tener una formación o una licenciatura para ejercer tal o cual rama de
la escritura: El mediador “escribe” con su trabajo las líneas que le trazan sus
clientes desde lo que les ha pasado al destino al que quieren llegar, conduce a
través de los sentimientos. Filósofo o el psicólogo, escribe ensayos con la
perspectiva del pensamiento, tras la exploración de las personas y su psique,
hay temas sólo abordables desde la psicología y no deben abordarse de otra
forma; el abogado, escribe objetivamente desde la legalidad, buscando la
justicia pero con el marco de la legalidad siempre presente, habla sobre los
eventos y lo que ocurrió, busca la intencionalidad desde adentro hacia afuera
con el hecho ocurrido. Así, como piensas, así se escribe. ¿Cuántas veces se ha
podido debatir sobre la formación de los mediadores… que si tal o cual
formación o carrera? Lo único que nos aportan son “aptitudes” para ejercer
diversas opciones, profesiones, oficios, si tenemos suerte. Ser mediador, como
el escritor, entre tantos oficios, no requiere tanto de licencias o maestrías o
doctorados (que también), sino de “ACTITUDES”.
Javier
Alés Sioli. Profesor Titular E.U. de la Universidad Pablo de Olavide de
Sevilla; Director del Máster y Especialista en Mediación de la UPO; Presidente
de la Asociación Andaluza de Mediación AMEFA Co- Autor de “La magia de la
mediación” Edit. Aconcagua, Sevilla año 2010 ; Delegado del World Mediation
Forum en Sevilla; Director de la Revista Universitaria científica “MEDIATIO”
sobre Mediación y Resolución de Conflictos.
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