Quizá sea
una de los métodos menos conocidos por las empresas para solucionar conflictos
o problemas tanto internos como con trabajadores o con otras compañías. Sin
embargo, es una alternativa a los procesos judiciales que presenta una serie de
beneficios como la rapidez, confidencialidad y menores costes, entre otros
muchos.
La
mediación empresarial es un método que en países como Estados Unidos o bien en
Inglaterra se ha utilizado desde los años 70. En España todavía no está muy
implantado a pesar de las ventajas que ofrece para las empresas en la resolución
de diferentes casos y situaciones como conflictos con el personal de la
compañía, entre los propios departamentos de la misma, problemas con
proveedores o clientes, compañías de un mismo sector, por competencia desleal o
conflictos derivados o relacionados con la propiedad industrial e intelectual,
entre otros, aparte de perfilarse como una herramienta útil para las empresas
familiares en las que las relaciones interpersonales entre sus miembros, a
veces, son difíciles llegando incluso a poner en riesgo la continuidad y
viabilidad de la sociedad empresarial.
Pero,
aparte de ser un método que se adapta a múltiples situaciones y a cualquier
empresa, con independencia de su sector de actividad, la mediación empresarial
presenta otra serie de ventajas.
La primera
de ellas es que el mediador -experto en comunicación, negociación y gestión de
conflictos-, ayuda a buscar soluciones que satisfagan mutuamente y bajo el
paradigma de win-win, alcanzando acuerdos que son duraderos.
Además, es
un método muy flexible puesto que el proceso se puede adaptar a cada conflicto
frente a los procesos tradicionales de resolución "que son más
estandarizados y encorsetados", según explica Ana María
Espuña, mediadora y socia de A través del Diálogo Centro de Mediación y
Negociación con el que la Confederación de Empresarios de Aragón (CREA) ha
firmado un convenio de colaboración para extender la mediación entre el tejido
empresarial aragonés y facilitar su implantación.
La mediación
empresarial es también más económica. "Resulta menos costoso que un
litigio y el arbitraje", además de "ahorrar también tiempo porque se
suele encontrar una solución en un plazo máximo de tres meses, realizándose una
media de entre 4 y 6 sesiones de media".
Otra de la
grandes ventajas es que, con este método, las empresas ganan en competitividad
puesto que "se salvaguarda la confidencialidad sin que llegue a trascender
un problema, por ejemplo, de liquidez o que un proveedor le reclame, lo que
podría generar que otro proveedor dejase de suministrarle si la información
trasciende. La confidencialidad no se encuentra en otros procesos en los que
las resoluciones judiciales son públicas. También se mejora la imagen y la
reputación".
Además, se
consigue un mayor porcentaje de éxito que con los sistemas tradicionales. Por
ejemplo, en países como Estados Unidos, el porcentaje de empresas que
conseguían resultados positivos en la mediación empresarial es del 75% de las
que optaban por esta vía.
Las
"soluciones son más imaginativas porque no es un método encorsetado y son
las partes las que ponen las soluciones", de manera que se pueden
encontrar mejores vías para resolver el conflicto, consiguiendo a la vez un
mayor grado de satisfacción mutua al no ser impuesto por terceros, sino
surgidos a raíz de la colaboración entre las partes a través del proceso de
mediación.
En la
ejecución del acuerdo también se consigue un mayor grado, puesto que "en
otras formas las partes no se implican directamente en la resolución del
conflicto y no hay problema en cumplir el acuerdo porque no te imponen una
solución".
Finalmente,
otra ventaja es que se produce un aprendizaje para solucionar conflictos
futuros con nuevas dinámicas basadas en la cooperación y la colaboración,
consiguiendo mejorar la comunicación y relación entre ambas partes.
Eva Sereno. Eleconomista.es. España, 30/09/2014
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