La
Asociación de Mediadores de León divulga los beneficios para la salud de
empoderarse para resolver los conflictos.
Menos bajas
laborales y menos depresiones. Son las ventajas más significativas de la
mediación como herramienta en la resolución de conflictos. La Asociación de
Mediadores de León (Amele), integrada por profesionales de la psicología,
psicopedagogía, trabajo social y abogacía, principalmente, subraya que las
«situaciones de confrontación implican una gran pérdida de energía» y afectan,
cuando menos, al bienestar de las personas, y no pocas veces a la salud
personal y familiar.
La
mediación tiene «ventajas sociales» y al «entrar en la raíz del conflicto se
actúa sobre el coste emocional» que suponen las desavenencias bien sean en las
rupturas de pareja o en otros asuntos familiares como puede ser las disputadas
herencias. «La mayoría de las veces los malos entendidos se deben a confusiones
mentales por el proceso de dolor», señala Óscar Martín.
Pero la
mediación trasciende el ámbito familiar y se está aplicando con éxito en el
ámbito educativo. En este caso es una forma de resolver conflictos entre dos o
más personas con la ayuda de una tercera persona imparcial, el mediador, que
regula el proceso de comunicación hacia una posible solución que satisfaga las
necesidades de las partes.
En este
supuesto el conflicto se produce entre miembros de la comunidad educativa,
alumnado, profesorado y familias, en el día a día de los centros educativos. La
mediación, que siempre es voluntaria, es la «intervención no forzada en un
conflicto de terceras personas neutrales para ayudar a las partes implicadas a
que lo transformen por sí mismas».
En el campo
de la sanidad, en Castilla y León la consejería pretende implantar la mediación
para el personal de Sacyl. Su objetivo es proporcionar un marco regulado de
resolución de conflictos surgidos en el ámbito sanitario entre profesionales de
la salud, entre los profesionales y los usuarios o entre los usuarios y la
propia institución, en el que una tercera persona, a través de distintas
técnicas, crea las condiciones necesarias, para que las personas implicadas
lleguen a acuerdos mutuamente aceptables.
La
desestructuración de la convivencia vecinal o comunitaria es otro de los campos
donde la mediación resulta beneficioso, para el colectivo y para cada persona.
«La convivencia dentro de un espacio común en el que se solapan espacios de
privacidad y comunales provocan fricciones y hostilidades», señala Amele.
En la
mediación vecinal la resolución de los conflictos nacidos dentro un espacio
reducido vienen establecidas por los propios vecinos. En cambio en la mediación
comunitaria las normas de convivencia vienen dadas por una autoridad
supravecinal, son conflictos nacidos dentro de una colectividad regida por
normas ajenas que se han de asumir. En las organizaciones, la mediación
promueve «relaciones respetuosas en el ámbito laboral, facilita mayor
rendimiento y la creación de un espacio de diálogo y confianza».
En el
ámbito civil y mercantil es aplicable a la empresa familiar para conflictos
relativos a la sucesión empresarial y la incorporación de nuevas generaciones a
la empresa. Pero también pueden surgir conflictos entre socios, proveedores,
trabajadores que se pueden abordar con la mediación.
Es un medio
alternativo o complementario de resolución de litigios en el ámbito judicial.
«Las dos o más partes legitimadas intentan, voluntariamente, en el curso de un
proceso contencioso-administrativo alcanzar por sí mismos un acuerdo sobre la
base de una propuesta elaborada por un mediador», recalca. En el laboral puede
recomponer los canales de comunicación y favorecer que las personas resuelvan
por sí mismas. www.amelemediacion.com
Dana
Gaitero, Diariodeleon.es. León, Guanajuato. 29/01/15
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