El 76 por ciento de los casos penales
derivados al sistema de mediación en 2012 terminaron con acuerdo entre las
partes, es decir, 62 asuntos, según ha informado este miércoles el delegado del
Gobierno andaluz, José Luis Ruiz Espejo, quien ha indicado que los jueces
realizaron 153 derivaciones sobre asuntos que consideraron susceptibles de ser
sometidos a este proceso, de los que 81 quedaron cerrados.
Málaga, España. El 76 por ciento
de los casos penales derivados al sistema de mediación en 2012 terminaron con
acuerdo entre las partes, es decir, 62 asuntos, según ha informado este
miércoles el delegado del Gobierno andaluz, José Luis Ruiz Espejo, quien ha
indicado que los jueces realizaron 153 derivaciones sobre asuntos que
consideraron susceptibles de ser sometidos a este proceso, de los que 81
quedaron cerrados.
En
cuanto al tipo de infracciones, las causas han sido diversas, aunque han
predominado las amenazas, injurias y agresiones leves. Los acuerdos que más
satisfacen a los perjudicados son los de contenido moral, y, en este caso, es
la petición de disculpas la fórmula más aceptada, según ha precisado Ruiz
Espejo, que ha firmado la renovación de los convenios de colaboración suscritos
con tres asociaciones de mediación para continuar con este proyecto piloto.
Estos
programas se desarrollan en seis juzgados malagueños, como son los de
Instrucción número 7, 13 y 14 y los de lo Penal 7, 8 y 10, con la colaboración
de la Asociación Malagueña para el Fomento Integral de la Mediación en Andalucía (Amfima), la Asociación
Interdisciplinar de Mediación (Mediamos) y la Asociación Malagueña para la
solución de Conflictos (Soluciona); así como de los jueces y fiscales adscritos
a dichos órganos judiciales.
El
delegado ha subrayado la efectividad de esta fórmula alternativa, indicando que
"la tasa relativa de éxitos es alentadora y nos anima a seguir potenciando
la mediación penal". En este punto, ha recordado que en Málaga se empezó en 2011,
registrándose que un 70 por ciento de los casos terminaron en acuerdo; y ha
incidido en que Málaga es la única provincia que cuenta con tres programas
piloto en mediación penal.
"El
fomento de la mediación es una prioridad y una línea estratégica para el
Gobierno andaluz, ya que contribuye a solucionar la alta litigiosidad de la
Administración de Justicia y ofrece una respuesta más rápida y práctica en la
resolución de conflictos", ha dicho el delegado, quien ha apuntado que el
proceso de mediación penal ofrece soluciones satisfactorias en un promedio de tan
sólo 22 días.
Así,
ha insistido en que la Junta "está apostando por la mediación penal como
un modelo de la justicia restaurativa, que fomenta la corresponsabilidad social
en la prevención del delito y en la reinserción de las personas
infractoras", además de que es un sistema en el que "víctima e
infractor se reconocen la capacidad para participar en la resolución del
conflicto derivado del delito, impulsando un proceso de diálogo y
comunicación".
"Hablamos
de menor coste moral y menores molestias; mucho menor coste económico; rebaja
de la sensación vencedor/vencido que subyace en todo proceso judicial... En
definitiva, la mediación es un buen camino, un buen complemento para mejorar el
funcionamiento de la justicia", ha asegurado Ruiz Espejo, quien ha resaltado
como clave la función desarrollada por las entidades de mediación y los jueces
y fiscales, a los que ha reconocido su implicación y esfuerzo.
La
Mediación Penal
Las
representantes de las asociaciones de mediadores han explicado que se trata de
"crear un espacio de comunicación distinto a la propia sala
judicial", insistiendo en que "nos mueve la reparación del daño hecho
a la víctima", al tiempo que han señalado que son los jueces los que
derivan determinadas causas a la mediación cuando ven que existen posibilidades.
En ese momento, los mediadores se ponen primero en contacto con el denunciado y
después con el perjudicado.
Las
responsables de los colectivos han asegurado que estos programas son "una
apuesta para dar una alternativa para solucionar el problema" existente
entre dos personas, la víctima y el denunciado; y han señalado que son éstas
las que tienen que querer ir a la mediación o no, destacando que en muchas
ocasiones el perjudicado "lo que quiere es ser oído por la persona que le
causó supuestamente el daño".
Así,
han incidido en que en determinados casos, como cuestiones de incumplimiento de
régimen de visitas de los hijos o problemas de ruidos entre vecinos, en los que
las partes tienen que seguir viéndose y teniendo contacto posteriormente, "se
pretende cortar esa espiral de denuncias a través del diálogo que puedan
tener". De esta forma, tras el acuerdo entre las partes, "el proceso
penal sigue, pero de otra manera".
La
magistrada de Instrucción número 13 de Málaga, uno de los órganos incluidos en
el programa, Isabel Tobeña, ha explicado que no existe una regulación al
respecto "de momento" por lo que "de alguna manera improvisamos
sobre la legislación", de forma que, según ha señalado, los jueces derivan
a este sistema los casos que consideran que puedan adecuarse y siempre aquello
asuntos en los que hay dos partes.
Ha
incidido en que el objetivo es "intentar la reparación del daño a la
víctima por encima de todo", aunque también pueda "conllevar una
atenuante de la pena" para el denunciado de cara al juicio y la sentencia.
Ha destacado que las víctimas son reparadas "mucho antes" no sólo
moralmente "sino también desde el punto de vista económico" con este
sistema que en un proceso penal normal, por la situación de los juzgados y por
la tramitación.
La
jueza ha insistido en que en estos programas pilotos "intentamos utilizar
el sentido común" y ha señalado que en algunos casos, por ejemplo una
pelea con lesionados en las dos partes, la causa se deriva directamente a
mediación, sin tomar declaración y, en ocasiones, se puede conseguir un
acuerdo, tras lo que el asunto se archiva sin llegar a juicio, ya que "si
podemos conseguir la reparación del daño entre ellos nos parece mucho más
interesante".
Lainformacion.com.
27/02/13
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