Madrid,
España. En España, desde diversas asociaciones de
mediación, se está impulsando el día 21 de Enero como “Día de la Mediación”.
Es una iniciativa que celebro porque la
mediación ha demostrado su pertinencia como una justicia con gran calidad para
satisfacer los intereses y necesidades de todas las partes involucradas en la
controversia y cada vez se hace más visible en España, especialmente por el
empuje que ha representado la promulgación de la Ley 5/2012, de 6 de Julio, de
mediación en asuntos civiles y mercantiles, a través de la cual se desarrolla
en nuestro País la Directiva 2008/52/CE del Parlamento Europeo y del Consejo de
21 de Mayo de 2008 sobre ciertos aspectos de la Mediación en asuntos Civiles y Mercantiles.
Ahora bien, ¿qué es la mediación? y ¿cuál
es su utilidad en el momento actual?
La mediación es un sistema de negociación
asistido por mediadores, de naturaleza flexible y confidencial, es un proceso
rápido y económico, para gestionar conflictos o diferencias, mediante el cual
las partes, en ejercicio de su autodeterminación, negocian para lograr acuerdos
que satisfagan sus necesidades en la mejor medida posible.
La utilidad de la mediación radica en que
busca resolver conflictos por consenso, fuera de la vía judicial, por tanto la
satisfacción de los usuarios es mayor. Es una opción que se basa en el diálogo,
en la participación conjunta de los implicados para diseñar una solución como
traje a la medida, para satisfacer sus necesidades, no sólo económicas y
jurídicas, sino también las necesidades emocionales de las partes, sin las
complejidades, incertidumbre y costes de los procesos judiciales, por tanto,
frente a la crisis económica que vive España, pudiera representar una opción
eficiente y humanizada, para atender la conflictividad y lograr acuerdos
sostenibles, a menor costo emocional y político, en materia de desahucios,
protestas sociales, reducción de personal en empresas y en la administración
pública, liquidación y fusión de empresas, entre otros conflictos actuales.
La mediación tiene ese tremendo potencial
porque el mediador parte de la premisa de que no hay un solo camino para
resolver las diferencias. Al contrario, considera que cada parte tiene su
propia verdad, por tanto, facilita el trabaja en equipo, no como contrapartes,
ni para ceder derechos, sino para animar a la partes a construir una solución
por consenso, con la cual puedan convivir los autores y destinatarios de esa
solución. Su gran capital es el respeto por las partes y sus necesidades. Ese
principio la caracteriza y le da entidad como justicia de tercera generación,
propia de países avanzados en democracia y respeto a los derechos humanos.
En la mediación todos ganan porque las
decisiones se toman de mutuo acuerdo y, además, porque las partes aprenden
modelos, procesos y técnicas, que pueden aplicar a conflictos futuros. Es un
cambio que enriquece la vida individual y colectiva. Por eso, la mediación
merece un día especial para su celebración.
Mª Alejandra Ramírez Cuenca. Consultora internacional de
Mediación y Negociación.
Mª Alejandra Ramírez Cuenca. Diario Jurídico.com. 21/01/13
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