Euskadi, España. La mediación fue la alternativa utilizada el pasado año por 895 familias de Euskadi para ahorrarse un litigio en los tribunales; la gran mayoría de ellas, cónyuges que acababan de romper su relación (753) y el resto, parientes mal avenidos debido a toda clase de disputas: herencias, empresas familiares, enfrentamientos generacionales... Unos y otros recurrieron al servicio gratuito de negociación extrajudicial que ofrece el Gobierno de Vitoria en las tres capitales vascas, una posibilidad que los tribunales reconocen a los usuarios de la Justicia en los catorce partidos judiciales de la comunidad autónoma.
Según informó el Departamento de Empleo y Asuntos Sociales, el 59% de los expedientes de 2010 correspondieron al territorio de Bizkaia (528), el 27% en Álava (242) y el 14% a Gipuzkoa (125). La fórmula de la conciliación posibilitó a un acuerdo en el 44% de los casos (331), una proporción que la Administración autonómica quiere incrementar en el futuro para reducir la elevada carga de trabajo de los tribunales.
Precisamente, el respaldo institucional a la mediación familiar -algunos ayuntamientos como los de Vitoria y Barakaldo han desarrollado servicios propios- se inscribe dentro de un proyecto más ambicioso para impulsar la resolución pacífica de conflictos más allá de la Justicia de menores; y no sólo en la jurisdicción civil, especialmente en los divorcios, sino también en la penal -donde ya se aplica en determinadas circunstancias- y también en la laboral, aunque en ese último ámbito funciona ahora sólo a título experimental.
El camino a recorrer es largo. En el ámbito civil, únicamente la tercera parte de los divorcios se resuelve en el País Vasco de forma consensuada (1.600 sobre un total de 4.600). Y entre todos esos acuerdos, apenas unos cientos se canalizan a través de los servicios públicos. A pesar de ello, el campo de actuación potencial es muy amplio, teniendo en cuenta que la Ley de Divorcio, al contemplar la opción de la custodia compartida, de más posibilidades a las rupturas negociadas.
Para potenciar la mediación dentro de la familia, el Departamento de Gemma Zabaleta y la viceconsejería de Justicia la han estando divulgando entre los jueces, cuyo concurso es decisivo para que tenga éxito, ya que son ellos los que tienen que dar luz verde a los acuerdos. También la han dado a conocer entre los colegios de abogados y los servicios sociales de base.
Los pactos se cumplen
De hecho, de esas últimas oficinas es de donde procede habitualmente un tercio de los usuarios de la mediación del Gobierno Vasco, que son atendidos por asistentes sociales, psicólogos y abogados. Otro 26% llega a esos servicios animados por otras personas. El 21% lo hace tras informarse en la propia Administración autónoma, las ONG o los medios de comunicación. Y es significativo que apenas el 8% sea enviado a las oficinas de mediación desde el ámbito jurídico o el sistema judicial.
Sin embargo, Javier Gurpegui, director de Servicios Sociales del Gobierno Vasco, insiste en que una ventaja de los pactos extrajudiciales, y especialmente en las rupturas de pareja, reside en que esos compromisos tienen un alto grado de cumplimiento. «El motivo es que la mediación devuelve a las partes la libertad de elección, la responsabilidad y el protagonismo», explica.
De todos modos, esa fórmula requiere un tiempo. Normalmente las partes enfrentadas participan en unas cuantas sesiones a lo largo de varios meses, aunque a veces se actúa con cierta flexibilidad, dependiendo de los casos. Después de una primera etapa explicativa, se inicia la negociación propiamente dicha y, en el caso de los divorcios, se escucha el punto de vista de los hijos. A continuación, el juez sanciona el convenio.
Como filosofía de fondo, la Administración autonómica ha apostado por «la desjudicialización de los conflictos familiares», en palabras de Gurpegui. De hecho, la mediación no sólo es útil para los divorcios, pues el 15% de los casos que han recibido asesoramiento del Gobierno Vasco son conflictos de familia relacionados con personas dependientes, disputas entre padres e hijos, entre nietos y abuelos...
Las oficinas del Gobierno autónomo en las tres capitales asesoraron en 2010 a 753 parejas rotas para llegar a un pacto extrajudicial
Diario Vasco.com 13/8/11
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