En
realidad éste titular lo acuñe en el año 2008 mientras escribía mi primer libro
“Liderazgo positivo: construir el futuro como imaginación e idealismo”.
La
idea central es tan simple que se revela en toda su complejidad cuando se piensa
en cómo llevarlo a la práctica.
Se
trata de “… asumir un compromiso distinto, un compromiso de y no de
. Un compromiso, mediante el cual mi trabajo debe estar siempre al
servicio de los demás y de ahí surge mi hacer”.
La
mediación puede ser útil para muchas cosas y muchos fines, entre ellos: educar.
Educar en escucha, en resiliencia, en comunicación, en convivencia, etc.
Voy a
centrarme en el mediador. Hablo de mi experiencia personal, de lo que me ha
sucedido a mí como persona, de los cambios que he experimentado desde que deje
el ejercicio de la abogacía para dedicarme exclusivamente a la mediación.
Una de
las primeras cosas que el mediador aprende es que debe conocerse a si mismo. Un
requisito indispensable es realizar un “viaje interior” para descubrir las
fortalezas y debilidades que tengo como mediador.
El
viaje de auto-conocimiento puede llevar al mediador a descubrir que debe
mejorar su manejo emocional, su escucha, su empatía, su forma de empoderar, su
forma de comunicar para ser más asertivo, sus capacidades resilientes, etc.
En mi
caso me reconocí una persona muy emotiva y con un manejo emocional muy poco
provechoso. Es por ello que he tenido que estudiar mucho sobre “emociones”.
Debía ganar en estabilidad y autocontrol, sino era imposible ayudar a otros a
estabilizarse y/o controlar los estados emocionales para luego sacarles
partido, y es que no se puede enseñar lo que no se sabe.
Otro
aprendizaje me condujo revisar mi “flexibilidad”. Como es sabido en la facultad
de derecho a los abogados se nos enseña a ser rígidos tanto que algunos llegan
a extremos inflexibles cuando saben que la Ley está de su lado.
Por
tanto ya se puede imaginar el lector el cambio sustancial que suponía
“permitirme” a mi mismo ser “flexible”. Resultaba sorprendente porque así podía
comprender a las partes, comprender en toda su profundidad y extensión lo que
las partes decían y ¡sin necesidad de compartirlo! Era una forma de comprensión
de tal calado que nunca antes había experimentado.
Descubrí
que como mediador podía ser “flexible” y que si además aplicaba una filosofía
de vida “positiva” el resultado siempre era más original, más creativo que en
definitiva es lo que hacia que las mediaciones pudieran llegar a acuerdo.
Así
fue como comencé a trabajar sobre “mis expectativas”. Normalmente buscaba (tal
vez por deformación profesional como abogado) alcanzar un acuerdo, mi finalidad
al trabajar como mediador era que las partes llegasen a un acuerdo, por lo
tanto actuaba con esa finalidad.
El
descubrir “mis expectativas” fue el inicio del cambio definitivo, comprendí que
mi hacer estaba íntimamente relacionado con mi forma de ser
Punto
y aparte merece hablar de “los valores”.
La
escala de valores entre las partes puede diferir tanto como de la propia.
Descubrí que tenia que “revisar” mi escala de “valores”. Y éste es el tema,
porque el compromiso de “ser” tiene relación directa con la ética del
mediadores.
Descubrí
que como mediador mi cometido era ayudar a las partes a “construir los valores”
que ellas proyectaban en cada uno de sus mundos ideales, es decir a aplicar, a
materializar sus valores.Y esto que parece simple encierra un trabajo enorme de
escucha, comprensión emocional, razonamiento, diálogo, lógica retórica y ética.
La mediación
estaba cambiando mi forma de ser, estaba educándome y enriqueciéndome
interiormente en aspectos en los que nunca antes siquiera había reparado.
El cambio en positivo que la mediación ha
obrado en mí como persona es notorio, mi trabajo ha asumido un nuevo
compromiso, el compromiso de “ser” y no de “hacer”.
Bibliografía
Conforti,
Franco. 2008. Liderazgo positivo: construir el futuro con imaginación e
idealismo. Buenos Aires: Acuerdo Justo.
Seligman, Martin. 2003. La auténtica
felicidad. Translated by M. D. y. A. Debritto. Barcelona: Javier Vergara
Editor.
Franco Conforti. Licenciado en
Derecho, Doctorando en Ciencias Sociales certificado con Suficiencia
Investigadora (Diploma de Estudios Avanzados) en la Universidad de Castilla La
Mancha. Miembro del Grupo de Investigación en Mediación e Intervención Social
(GIMIS) de la Universidad de Alicante. Master en Mediación y especialista en
Conflictos Organizacionales por la Florida Internacional University de Miami.
Panelista en Resolución de Conflictos de la Organización Mundial de la
Propiedad Intelectual (OMPI-WIPO). Arbitro en la Asociación Gallega de
Arbitraje, Mediación y Equidad de La Coruña y de la Defensoria del Pueblo de la
Ciudad de Buenos Aires. Director General de la Asesoría y Consultora en Gestión
de Conflictos Acuerdo Justo®, y como tal Dirige la Revista e-Mediacion y el
portal de Mediación Electrónica Mediar On Line. Actualmente es el Director del
Servicio de Mediación Social Comunitaria del Ayto de Alicante, y Profesor de
Negociación y Argumentación Jurídica de la Universidad Oberta de Cataluña.
Autor de libros y artículos relacionados con la comunicación, el diálogo y el
liderazgo publicados en España, Argentina, Chile, Paraguay, Brasil, Portugal y
USA.
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