Opinión Invitada
La Mediación de Conflictos en los Centros Educativos
Verónica Pomares García
Desde que comencé mi formación en mediación de conflictos, desde
el primer seminario que me abrió las puertas a las posibilidades de la
mediación lo vi claro: ¡Es una estrategia
perfecta para desarrollar en los centros educativos!
Igual en ese momento no me daba cuenta, pero es algo que en los
tiempos que corren resulta un poco utópico. En los centros públicos los
recortes son cada vez más sonados y en los privados, sencillamente suele
desconocerse lo que la mediación puede aportarles. Con esto, lo que nos
proponemos en primer lugar es concienciar y explicar qué oportunidades nos da
la mediación en un centro educativo (básicamente lo que llamamos
concienciación, aunque yo prefiero hablar de expandir la cultura de la
mediación, lo que por otra parte, parece labor “sine qua non” de todos los mediadores y mediadoras actuales,
trabajen en el ámbito que trabajen).
El motivo más influyente que me lleva a defender la mediación en
los centros educativos como algo esencial en la educación y para el desarrollo
de futuros ciudadanos es el creer en la mediación no sólo como proceso de
gestión de conflictos, sino a su vez como una “estrategia educativa”. Es decir, la mediación aporta opciones y
posibilidades a las personas no sólo de gestión de conflictos, si no también de
habilidades comunicativas, de responsabilidad social, de respeto, de
habilidades de pensamiento, expresión de sentimientos y emociones, etc. Las
personas que pasan por un proceso de mediación, termine o no en acuerdo y sea
cual sea su edad o su circunstancia, salen del proceso de mediación con un
amplio abanico de posibilidades en su mochila personal.
Con esto, si entendemos la mediación como una oportunidad
educativa -lo que parece obvio- ¿qué mejor lugar que la escuela para
desarrollarla?
Hoy por hoy, cuando visitas escuelas y conoces centros, descubres
que tienen planes de convivencia, que desarrollan actividades relacionadas con
la cultura de paz, que intentan implantar los conceptos de respeto, solidaridad
o diálogo entre sus alumnos, etc. Entonces, ¿qué es lo que falla o falta? A mi
parecer, la Comunidad Educativa actual necesita una concienciación concreta en
la importancia del desarrollo de la inteligencia emocional de los alumnos y
alumnas que acuden a la escuela. No basta con trabajar estos conceptos y
acercar a los alumnos a los mismos. Lo que realmente es necesario es potenciar
las habilidades de pensamiento de los alumnos para que ellos mismos lleguen a
conclusiones sobre la relación con su entorno y la forma de gestionar sus
propios conflictos. Para hacer esto posible, la mejor estrategia que se me
presenta es la mediación. En primer lugar, porque las personas que acuden a
ella pasan a ser protagonistas en la solución y gestión de sus propios
conflictos, y en segundo lugar, porque la mediación educativa, al menos en un
entorno escolar, cuenta con múltiples herramientas para lograr una verdadera
cultura de paz en el mismo: formación para toda la Comunidad Educativa,
actividades de sensibilización, talleres divulgativos, trabajo en red con todos
los miembros que forman parte del centro, etc.
En mi opinión una escuela que se centre única y exclusivamente en
los conocimientos pedagógicos es sólo eso, una escuela. No podemos hablar
entonces de Centro Educativo. Personalmente creo que la escuela es el punto de
partida para todos; allí crecemos como personas (sin obviar la importancia de
la familia, por supuesto) y nos desarrollamos de una manera u otra. Es en la
escuela donde debemos aprender a comunicarnos, a utilizar el diálogo como
estrategia de gestión de conflictos, a ser solidarios con los demás, a
conocernos a nosotros mismos y nuestras posibilidades, a ser partícipes de
nuestra propia educación, a conocer y expresar lo que queremos y lo que no. En
definitiva, a ser personas libres y solidarias con el prójimo, porque sólo así
conseguiremos realmente que todo esto cambie.
Los niños y niñas son el futuro, por muy poético que suene. Ellos
son nuestra oportunidad para el cambio. A veces parece que no nos demos cuenta,
pero si debemos trabajar en algo, es en su crecimiento y desarrollo. Por esto,
creo en la mediación como estrategia educativa perfecta para empezar a formar
ciudadanos que entiendan la importancia de una convivencia pacífica y de una
educación democrática que permita el protagonismo de las personas en sus
propios conflictos y en la organización de su vida cotidiana.
Por último, es importante resaltar que cuando hablo de la
importancia de una convivencia pacífica en los centros educativos, no hablo de
la desaparición del conflicto, si no del entendimiento del mismo como algo
natural en los seres humanos y de su tratamiento y gestión de una manera
adecuada para el aprovechamiento total de las posibilidades que un conflicto
puede aportarnos.
Con todo esto, y entendiendo la mediación como una estrategia
educativa, que realmente aporta habilidades y genera opciones a las personas,
resulta más difícil comprender por qué no existe la mediación en los centros
educativos, que explicar por qué debería existir.
Verónica Pomares García. Miembro de Acuerdo Justo S.C., en el
desarrollo de Mediar On Line. Trabajadora Social/Mediadora de Conflictos.
Experta en Convivencia y Mediación en el ámbito educativo. Máster oficial en
Mediación. Diplomatura en Trabajo Social.
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