San Salvador, El
Salvador. "Ocurre que el pasado es
siempre una morada pero no existe olvido capaz de demolerla", afirma Mario
Benedetti en uno de sus escritos y que perfectamente describe lo que el libro
“Crónicas con luz de Fondo”, presentado recientemente, pretende dar a conocer a
una sociedad en la que la violencia puede ser vista con un lente diferente,
donde cabe la posibilidad
de la restauración.
Este libro recopila ocho historias que han surgido de realidades
de países en los que los jóvenes se enfrentan a la violencia, exclusión y falta
de oportunidades, pero que tienen un elemento en común y es que van dirigidas a
rehabilitar el tejido social de las juventudes centroamericanas, que ha sido
violentado por problemas estructurales.
La iniciativa se consolidó con esta publicación y comenzó a finales de febrero de 2011, con el curso de periodismo restaurativo en el que participaron periodistas de Centroamérica y fue dirigido por Cristhian Alarcón, escritor y maestro de la Fundación Nuevo Periodismo Iberoamericano-FNPI, fundada por Gabriel García Márquez, en Colombia.
La iniciativa se consolidó con esta publicación y comenzó a finales de febrero de 2011, con el curso de periodismo restaurativo en el que participaron periodistas de Centroamérica y fue dirigido por Cristhian Alarcón, escritor y maestro de la Fundación Nuevo Periodismo Iberoamericano-FNPI, fundada por Gabriel García Márquez, en Colombia.
Con Alarcón, los participantes debatieron sobre el concepto que
ha sido un tema incipiente en muchos países y que es «el hecho de una
apropiación de la filosofía restaurativa, que obliga a cambiar el lente de la
lectura de la realidad y de comprensión de los fenómenos de la violencia».
El libro fue presentado por la Secretaría de Integración
Centroamericana (SICA) y el Fondo de Población de las Naciones Unidas (UNFPA),
junto a la Embajada de Italia en El Salvador.
En el taller se fomentaron las bondades que pueden encontrar los
periodistas al escribir notas sobre Justicia Restaurativa y cuestionar las
formas de estigmatización con las cuales los medios de comunicación tratan la
problemática de violencia y criminalidad, en sus contenidos.
Es decir, que la prensa centroamericana aborde los temas de
manera más profunda y con un sentido sensibilizador y consiente, que conlleve a
los lectores a no generar más violencia y buscar alternativas restaurativas.
Esto podría darle un nuevo sentido de Paz y No Violencia al tratamiento informativo y, por ende, a la sociedad.
Esto podría darle un nuevo sentido de Paz y No Violencia al tratamiento informativo y, por ende, a la sociedad.
Esta nueva forma de hacer periodismo nació mediante la
aplicación de la Justicia Restaurativa, que significa hacer nuevas formas o
modelos de convivencia, que permiten sanear o recuperarse de los conflictos
delictivos entre ambas partes, víctima y victimario, que a la suma genera menos
violencia, explicaron los organizadores del taller.
Este tipo de periodismo se consolida con el apoyo de los
distintos sectores que tienen que ver con la justicia, con los medios de
comunicación y con las organizaciones e instituciones que tienen trabajo con
los sectores juveniles.
Y donde se intenta impulsar nuevas políticas de derecho con énfasis en niños y jóvenes en situación de exclusión social o en conflicto con la ley a nivel regional, ya que el 60% de los jóvenes son víctimas de homicidios.
Y donde se intenta impulsar nuevas políticas de derecho con énfasis en niños y jóvenes en situación de exclusión social o en conflicto con la ley a nivel regional, ya que el 60% de los jóvenes son víctimas de homicidios.
Elena Zúñiga, representante de UNFPA, señaló que para generar
políticas que ayuden a concientizar y revolucionar la cultura de justicia, es
necesario coadyuvar esfuerzos entre los principales actores que poseen incidencia.
Entre estos destaca a los formadores y operadores del sector justicia, a los periodistas y principalmente a los jóvenes.
Entre estos destaca a los formadores y operadores del sector justicia, a los periodistas y principalmente a los jóvenes.
“El proyecto permite fortalecer capacidades y competencias en
esas tres dimensiones y desarrollar políticas públicas orientada al campo de la
prevención de la violencia y a la restauración de los daños que se cometen en
un delito”, agregó.
Y además señaló que “la Justicia Restaurativa, es un formato
conciliador y conciente basado en un enfoque que reconoce los derechos humanos del
individuo cuando este comete un delito ”.
La magistrada de la Corte Suprema de Justicia, Doris Luz Rivas,
especialista en la materia de Justicia Restaurativa, dijo que este tipo de
prácticas sanan dolores y previenen la violencia dentro de la sociedad y los
medios de comunicación tienen la responsabilidad de reducir y prevenir
conflicto.
Y agregó que estos son los primeros pasos de la justicia en el
país, sin caer en la impunidad. Rivas señaló que se espera que la sociedad
asimile que la Justicia Restaurativa es una alternativa, la cual erradica la
violencia que se puede generar a causa de publicaciones periodísticas o la
violencia común que se vive día a día en la sociedad.
Gloria Silvia Orellana, periodista de Diario Co Latino, quien
participó del proyecto, y cuyo trabajo titulado “Tragada por las Fronteras”
aparece en el libro, señaló que existe la necesidad de los periodistas de
actualizarse con las nuevas formas de hacer periodismo.
“Lo bueno de este proyecto es que nos sensibilizamos más como
periodistas, ahora ya sabemos que no solo podemos partir de declaraciones
oficiales, sino que hay que profundizar más y preguntarnos qué nos ha llevado
ahí y qué puede sanar heridas”, añadió.
Las historias de los periodistas que aparecen en el libro van
más allá de informar el simple hecho, éstas contienen las realidades de jóvenes
que caen en situaciones de riesgo como la prostitución, la explotación y abuso
sexual, las pandillas, las drogas entre otras situaciones de violencia y
marginación.
Algunas de estas situaciones son descritas en la historia que escribió Orellana, donde Karina, de 15 años, desapareció luego de un altercado, con una adolescente ligada a las pandillas en San Martín.
Algunas de estas situaciones son descritas en la historia que escribió Orellana, donde Karina, de 15 años, desapareció luego de un altercado, con una adolescente ligada a las pandillas en San Martín.
La joven se dirigía a su empleo, en el centro de San Salvador,
el 4 de octubre de 2010, cuando recibió una llamada y ella se puso a llorar,
posterior a esto desapareció, en la colonia Iberia de San Salvador, sin que
hasta la fecha se sepa qué le pasó.
La madre de Karina la busca incansablemente con la esperanza de
encontrarla, las autoridades no saben lo que realmente sucedió... y Benedetti
nos recuerda que el pasado siempre estará ahí para restaurarlo.
Diario Colatino.com 05/01/13
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