Bahía Blanca, Argentina. Horacio Iglesias tiene 70 años y fue a la Oficina Municipal de Información al Consumidor (OMIC), donde funciona el Centro de Mediación Comunitaria, porque las filtraciones de agua en el techo de su departamento le provocaron inconvenientes con su vecino.
"No era sólo una mancha sino que, por momentos, se llovía el techo. Era un problema que llevaba años y no se solucionaba. La situación se había tornado muy conflictiva, al punto que decidí dejar el tema en manos de mi abogado, quien me recomendó acudir a la OMIC. Yo no sabía de este organismo pero fui y expuse mi caso".
"Ellos comenzaron con la mediación y, para mi sorpresa, funcionó bastante bien, con prontitud, ya que se resolvió en menos de un mes. Incluso se fijó un seguimiento al tema y la próxima semana tenemos la última audiencia. Si alguien me comenta un problema similar, le diré que vaya a la OMIC", dijo Iglesias.
Victorina Moisés, de 79 años, comentó que buscó la mediación a partir de que en un terreno lindero a su vivienda construyeron departamentos en planta alta, lo cual alteró su privacidad.
"Desde mi patio veía a las personas que entraban a los departamentos, por una escalera externa. Hace tres años que les hablaba sobre el problema, para que construyeran un paredón. Me decían que sí, pero no lo levantaban. Por eso fui a la OMIC. Allí convocaron a las dos partes para escuchar ambas razones y llegar a un acuerdo. Finalmente, la pared se construyó", dijo.
Silvina Sacristán, de 44 años, tenía un problema de más de una década: la humedad de una pared medianera.
En varias oportunidades buscó infructuosamente que la vecina reparara la pérdida de un caño de agua y llegó a pensar en iniciar un juicio, hasta que supo del servicio de mediación. Se acercó a la OMIC y desde allí convocaron a la otra parte.
"Se establecieron reglas para la audiencia: cada una debía esperar que la otra terminara de hablar para poder exponer sus razones, siempre sin agravios y ante la mediadora. Para llegar a un acuerdo, ambas tuvimos que ceder: ella reparó la pérdida y yo me hice cargo de los problemas que generó el caño roto en mi vivienda. El tema se solucionó inmediatamente", comentó Sacristán.
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Si usted no puede resolver en su vecindario problemas de ruidos molestos, filtraciones en paredes, aguas servidas u otro tipo de conflictos que quizás no ameriten acudir a la Justicia ordinaria, como Horacio, Victorina y Silvina, puede dirigirse a la OMIC para que un abogado realice una mediación.
Desde su creación el pasado 25 de julio, en el Centro de Mediación Comunitaria se aceptaron 39 denuncias, de las cuales ya se resolvieron favorablemente cinco, otras seis se encuentran en etapa de seguimiento --la cual consta de audiencias periódicas para evaluar el cumplimiento del acuerdo-- y unas 10 no se pudieron solucionar. El resto continúa en proceso.
En los primeros diez días de funcionamiento se recibieron 21 casos. Esa tendencia, si bien mermó con el paso del tiempo, se sostiene lo suficiente como para demostrar la importancia de un ámbito idóneo para la resolución de conflictos cotidianos.
Hasta el momento, hubo denuncias por ruidos molestos, filtraciones de agua, aguas servidas o líquidos cloacales, uso de espacio compartido, tenencia de mascotas, intolerancia, problemas con el administrador de un edificio, cambio de cerradura y construcción de rampa en un edificio.
"Esto va a ir creciendo"
Para Fabricio de Arriba Arévalo, titular de la OMIC, es importante que la mediación tenga más casos por resolver porque eso significa que se solucionan tensiones entre vecinos.
"Esto va a ir creciendo mes a mes y esperamos que así sea. De a poco, los vecinos se van dando cuenta que tienen esta herramienta y se van solucionando los casos, lo que nos alienta a seguir trabajando", dijo.
Si bien uno de los efectos de la puesta en funcionamiento de este centro es la descompresión de la Justicia, lo cierto es que pocos de los asuntos tratados en este ámbito podrían generar un juicio, debido que no justifican --principalmente en lo económico-- un proceso.
"Estos problemas pueden resultar pequeños pero tienen mucha carga emotiva. Si se prolongan en el tiempo, a veces derivan en peleas entre vecinos. La idea es que a través del diálogo y del mutuo entendimiento podamos canalizar algunas diferencias cotidianas, sin llegar a una desgracia, a pelearse o a situaciones más conflictivas", dijo.
La actual mediadora, la abogada y funcionaria municipal de planta Mercedes Patiño, recibe la denuncia inicial y evalúa si es apta para comenzar un expediente. Luego se comunica a la parte denunciada y se establece una primera audiencia para buscar el acuerdo que, a modo de conclusión, se plasmará en un acta.
El director de la OMIC comentó que el Colegio de Abogados y el Concejo Deliberante buscarán reglamentar el sistema.
"En la actualidad, el mediador busca evitar que la conversación pueda dar origen a problemas más graves, por lo que su rol no es de fácil desempeño", sostuvo.
En caso de que se llegue a una solución a determinado conflicto y el problema se repita, el organismo no puede emitir sanción alguna. Por ello, la idea es que entre los propios vecinos se negocie una salida al problema, que deje conformes a las partes.
Jurisprudencia. Al ser consultado si los casos sientan jurisprudencia, De Arriba Arévalo expresó que cada denuncia parte de cero. "Las resoluciones son particulares y no pasan a formar parte de ningún patrón. Hay que entender que es un procedimiento confidencial y voluntario. Lamentablemente, algunos casos no se pudieron solucionar porque la persona denunciada no asistió a las audiencias o no aceptó la mediación, ya que es una instancia voluntaria, sin imposiciones".
Douglas Javier León. La Nueva Provincia. 17/10/2011
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