Monterrey, Nuevo León. La comunicación es el hilo invisible que une o desune a los seres humanos. Una comunicación asertiva mejora las relaciones humanas y fortalece la personalidad de quien la practica.
La asertividad es la habilidad de comunicar de manera directa, franca y equilibrada, las ideas y sentimientos, es decir, nos permite expresar nuestras opiniones, pensamientos y sentimientos de forma adecuada y en el momento oportuno, sin faltar ni negar los derechos de las otras personas.
Ser asertivo incrementa la autoestima, la confianza en sí mismo y la satisfacción personal por hacer cosas. Además de mejorar las relaciones sociales, la aceptación y el respeto de los demás.
Es indispensable cuidar el respeto porque si falla, se trunca la comunicación. Esto no quiere decir que estés de acuerdo con todo lo que te dicen, pero es importante cómo y cuándo expresas tu opinión.
Una señora estaba tan molesta porque su hijo le dijo que no lo habían escogido para el equipo de futbol, que corrió al colegio y con palabras altisonantes reclamó que su hijo era muy buen jugador.
Después de escucharla con tranquilidad, el maestro le mostró la lista del equipo en la cual su hijo aparecía enlistado. El niño se equivocó y la mamá también al faltar al respeto y hacer un conflicto donde no lo había. Ante esto, lo mejor que puede hacer para restablecer la comunicación es hablar con la verdad y pedir una disculpa.
Los malos entendidos terminan cuando las personas entienden el punto de vista de los demás y se saben ajustar a la realidad que los rodea.
Es necesario clarificar ideas y ponerse en el lugar del otro para entender lo que nos quiere decir. No hay que acelerarse.
Cuentan que un día llegó un niño a preguntar a su padre: "Papá, ¿qué significa sexo?". El papá, nervioso, dio una larga explicación. Cuando terminó, el niño le preguntó: "¿Entonces qué pongo en esta pregunta, masculino o femenino?".
Es necesario interesarse por el otro y escuchar con atención para no "jugar al teléfono descompuesto" y llegar a conclusiones que no tienen nada que ver con el mensaje que nos quisieron transmitir.
Muchos problemas se generan por esto. Cuando la persona que quiere platicar algo percibe que la otra está pensando en otras cosas o distraída se siente rechazada y la comunicación no fluye igual o se termina.
Atención, sinceridad y respeto son una buena mezcla para la comunicación asertiva.
La autora es conferencista de Escuela de Padres y cuenta con Maestría en Ciencias del Matrimonio y la Familia y Diplomado en Desarrollo Familiar.
El Norte.com. Vida!. Proyecto Familia. 26/7/2011
No hay comentarios:
Publicar un comentario