La Coruña, España. Dice la edil de Participación Ciudadana, Margarida Vázquez, que los juzgados están colapsados porque tratan tanto los grandes problemas como los pequeños, así que, con el fin de aligerar su labor, el Concello ha editado una guía que ayuda a dirimir los conflictos vecinales.
Es una guía para llevarse bien, un documento para conocer qué es lo que se puede hacer y qué es lo que puede molestar a los vecinos, pero es también un documento de consulta creado a propósito para los coruñeses porque recoge las dudas más frecuentes que llegaron al servicio de mediación de conflictos vecinales durante los últimos cuatro meses. Habla sobre los ruidos a deshora, sobre las comunidades de vecinos y sus reuniones, sobre los inquilinos y sus obligaciones, y sobre el cuidado de los espacios comunes, como el ascensor y las escaleras.
Se llama "Guía para a convivencia nas comunidades veciñais" y el Concello ha editado 4.000 ejemplares que dejará en el local que la Concejalía de Participación Ciudadana tiene en O Birloque, en las asociaciones de vecinos y en las administraciones de fincas de la ciudad para que todos aquellos que tengan dudas sobre sus derechos y deberes para con su comunidad puedan resolverlos. La edil de Participación Ciudadana, Margarida Vázquez, aseguró ayer que los interesados en obtener una edición digital del documento podrán descargarla desde la página web de la concejalía.
Asegura Vázquez que los juzgados están saturados porque tratan tanto los grandes problemas como las pequeñas disputas así que, con el ánimo de quitar un poco de presión a la Justicia, el Concello ha creado un servicio voluntario de mediación vecinal. Cuenta con cuatro meses de vida y ha atendido ya 17 casos, once de los cuales terminaron con un acuerdo que se ha respetado hasta el momento, cinco están en proceso de resolución y el otro no se pudo realizar ya que una de las partes no quiso participar.
La coordinadora del programa Convive, Ana Enríquez, aseguró ayer que, muchos de los problemas que surgen en las comunidades de vecinos pueden solucionarse hablando, dándoles a los implicados un punto de vista externo al conflicto. "Es importante resolver los problemas cuanto antes para que no se enquisten", comentó la concejal, que prevé que, en febrero, se realice otro curso para formar a un grupo de mediadores vecinales que complemente la labor que realizan los once que, habitualmente, prestan sus servicios de manera voluntaria en el centro de O Birloque.
Según Enríquez, no hay un perfil determinado de los usuarios del servicio, aunque sí consultas y problemas recurrentes: los ruidos a deshora, la tenencia de animales y el desacuerdo de los vecinos para hacer obras de mejora como poner un ascensor.
Gemma Malvido. La opinión Coruña.es. 14/1/2011
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