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Mediación Penal
Perdón del Ofendido
Málaga, España. La mediación se ha instalado en todos los ámbitos de la vida española: desde la realidad laboral a la relacionada con el consumo, pero en la Justicia todavía viste pañales. La Asociación para la Mediación Familiar e Intergeneracional de Málaga (AMFIMA) ha propuesto a dos juzgados de la capital –Instrucción 7 y Penal 8– un novedoso sistema de mediación entre las víctimas de delitos y los delincuentes que, entre otras cosas, tiene beneficios en la disminución del trabajo de los jueces.
Como explica Ana Avellaneda, coordinadora del servicio de mediación, el juzgado valora si un determinado delito puede ser objeto del proceso y envía el caso a su oficina. Mientras, el fiscal hace un informe sobre los términos abstractos del futuro acuerdo. Si se alcanza una solución de consenso entre agredido y agresor, el segundo podrá recibir diversas beneficios: por ejemplo, la aplicación de la pena de cárcel será menor a la inicialmente prevista, tendrá beneficios penitenciarios o, incluso, puede lograr su absolución.
"El acusado debe reconocer que ha cometido el delito y, de la misma forma, la víctima alcanza un papel que en los juicios no tiene actualmente. Se trata de que se le repare económica y emocionalmente", reflexiona Avellaneda.
El servicio es gratuito y, evidentemente, el acusado debe satisfacer, por ejemplo, la responsabilidad civil por el daño causado, además de asumir su culpa. Aunque, a veces, "vale con que el acusado pide perdón", reflexiona Francisco Ontiveros, magistrado del Juzgado de lo Penal número 8. "Se pueden tener en cuenta atenuantes y rebajas en la pena y, en la medida de las posibilidades, incluso suspender la ejecución de la condena o sustituir la prisión por multa. También se analizan beneficios penitenciarios", explica el juez, quien conoce de primera mano el sistema pues en los órganos penales del País Vasco, donde ejerció, es ya una política asumida por el Ejecutivo autonómico.
El magistrado de Instrucción 7, Román Martín, indica que "se arregla antes de llegar a juicio un asunto, los jueces pueden dedicarse a otros casos más delicados y a sacar el trabajo diario del órgano", a lo que Ontiveros añade: "No es lo mismo que exista una larga instrucción, el juicio, la sentencia y después la ejecución de la misma, que la mediación, con la que se ahorran costes, tiempo y medios técnicos y humanos".
El daño, evidentemente, ha de ser reparado con carácter previo. Y no sólo se trata de una reparación material, sino también "moral", señala Avellaneda.
La asociación aporta a nueve mediadoras, abogadas y psicólogas, que conocen a la perfección el sistema y sus beneficios. "La víctima se involucra más en la resolución del caso porque participa", dice Nancy Fernández, abogada y experta mediadora.
Laura Luque, la otra coordinadora del servicio, insiste en "la gratuidad del sistema, en el que se garantiza el principio de inocencia y al que el acusado acude acompañado de su abogado defensor".
Este instrumento, evidentemente, se usa tanto en faltas como en delitos, de forma que numerosos tipos penales son susceptibles de ser sometidos a la mediación. "No hay delitos predeterminados", explica el magistrado Román Martín.
El juez Ontiveros indica que "la mediación da sus resultados y son positivos, satisfactorios".
AMFIMA también forma a mediadores en procesos penales, profesionales que saben conducir tanto al perjudicado como al encausado, logrando un acuerdo previo que satisface a ambos. Habitualmente, la víctima recibe lo que más anhela: una reparación moral, una explicación del porqué se cometió el delito, logra entender.
En otros juzgados penales de Andalucía (Jaén, Cádiz, Huelva o Sevilla), también se aplica ya el sistema de forma puntual, impulsado de forma importante por el Juzgado Decano: en Málaga se han acogido ocho órganos (cuatro penales y cuatro instructores).
La letrada Ana Avellaneda destaca que la Junta está pensando en adjudicar un local para acoger a los mediadores, mientras que Ontiveros recuerda que "evitar el proceso para un perjudicado puede suponer también que no tenga que enfrentarse a la doble victimización, el delito y revivir su comisión".
En pocos días, se firmará un protocolo de actuación para dar carta de naturaleza a la iniciativa.
Como explica Ana Avellaneda, coordinadora del servicio de mediación, el juzgado valora si un determinado delito puede ser objeto del proceso y envía el caso a su oficina. Mientras, el fiscal hace un informe sobre los términos abstractos del futuro acuerdo. Si se alcanza una solución de consenso entre agredido y agresor, el segundo podrá recibir diversas beneficios: por ejemplo, la aplicación de la pena de cárcel será menor a la inicialmente prevista, tendrá beneficios penitenciarios o, incluso, puede lograr su absolución.
"El acusado debe reconocer que ha cometido el delito y, de la misma forma, la víctima alcanza un papel que en los juicios no tiene actualmente. Se trata de que se le repare económica y emocionalmente", reflexiona Avellaneda.
El servicio es gratuito y, evidentemente, el acusado debe satisfacer, por ejemplo, la responsabilidad civil por el daño causado, además de asumir su culpa. Aunque, a veces, "vale con que el acusado pide perdón", reflexiona Francisco Ontiveros, magistrado del Juzgado de lo Penal número 8. "Se pueden tener en cuenta atenuantes y rebajas en la pena y, en la medida de las posibilidades, incluso suspender la ejecución de la condena o sustituir la prisión por multa. También se analizan beneficios penitenciarios", explica el juez, quien conoce de primera mano el sistema pues en los órganos penales del País Vasco, donde ejerció, es ya una política asumida por el Ejecutivo autonómico.
El magistrado de Instrucción 7, Román Martín, indica que "se arregla antes de llegar a juicio un asunto, los jueces pueden dedicarse a otros casos más delicados y a sacar el trabajo diario del órgano", a lo que Ontiveros añade: "No es lo mismo que exista una larga instrucción, el juicio, la sentencia y después la ejecución de la misma, que la mediación, con la que se ahorran costes, tiempo y medios técnicos y humanos".
El daño, evidentemente, ha de ser reparado con carácter previo. Y no sólo se trata de una reparación material, sino también "moral", señala Avellaneda.
La asociación aporta a nueve mediadoras, abogadas y psicólogas, que conocen a la perfección el sistema y sus beneficios. "La víctima se involucra más en la resolución del caso porque participa", dice Nancy Fernández, abogada y experta mediadora.
Laura Luque, la otra coordinadora del servicio, insiste en "la gratuidad del sistema, en el que se garantiza el principio de inocencia y al que el acusado acude acompañado de su abogado defensor".
Este instrumento, evidentemente, se usa tanto en faltas como en delitos, de forma que numerosos tipos penales son susceptibles de ser sometidos a la mediación. "No hay delitos predeterminados", explica el magistrado Román Martín.
El juez Ontiveros indica que "la mediación da sus resultados y son positivos, satisfactorios".
AMFIMA también forma a mediadores en procesos penales, profesionales que saben conducir tanto al perjudicado como al encausado, logrando un acuerdo previo que satisface a ambos. Habitualmente, la víctima recibe lo que más anhela: una reparación moral, una explicación del porqué se cometió el delito, logra entender.
En otros juzgados penales de Andalucía (Jaén, Cádiz, Huelva o Sevilla), también se aplica ya el sistema de forma puntual, impulsado de forma importante por el Juzgado Decano: en Málaga se han acogido ocho órganos (cuatro penales y cuatro instructores).
La letrada Ana Avellaneda destaca que la Junta está pensando en adjudicar un local para acoger a los mediadores, mientras que Ontiveros recuerda que "evitar el proceso para un perjudicado puede suponer también que no tenga que enfrentarse a la doble victimización, el delito y revivir su comisión".
En pocos días, se firmará un protocolo de actuación para dar carta de naturaleza a la iniciativa.
Nota publicada el 29 de Marzo de 2010 en el sitio "La opinón de Málaga.com"
http://www.laopiniondemalaga.es/malaga/2010/03/29/mediacion-penal-innovador-sistema-basado-perdon/330198.html
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