Mundo MediaciònMediación Penal
Valladolid, España. «Hemos llegado a ver a una víctima y al acusado de golpearla en una pelea cogidos del brazo y pidiéndose perdón», explican fuentes del equipo que participa desde hace casi un año en el proyecto de mediación penal, una experiencia pionera que busca evitar la celebración del juicio a través de un acuerdo voluntario entre los implicados en distintos delitos seleccionados por los propios jueces.
El balance de los once primeros meses «no puede ser más positivo» después de que en diez de los doce casos analizados -hay otros nueve en espera hasta septiembre- los mediadores -una abogada, un pedagogo y una psicóloga- lograran que los acusados no sólo reconocieran los hechos sino que también pidieran perdón y de que las víctimas aceptaran las disculpas.
«Son acuerdos extrajudiciales que se alcanzan entre los implicados, con el conocimiento de sus abogados pero sin que estén presentes, en una sala mucho menos intimidatoria que la de un juzgado -ubicada en la Audiencia Provincial-», resumen las fuentes consultadas. El acuerdo se rubrica al término de las sesiones y, sin ser vinculante, sirve para pactar una sentencia de conformidad en la que los fiscales y abogados de la acusación suelen rebajar sus peticiones de condena al aplicar la atenuante de reparación del daño.
Tres juzgados participan en una iniciativa impulsada por la Judicatura pero financiada por las administraciones públicas -Ayuntamiento, Diputación y Universidad-. A ellos han solicitado sumarse otros cuatro juzgados de la capital y dos de Medina del Campo y de Medina de Rioseco mientras se negocia la ampliación del programa -su coste sólo supuso una inversión de 6.000 euros- a partir del próximo mes de septiembre.
«La mediación penal es una solución alternativa para descargar el colapso de los juzgados penales y de instrucción», explica el presidente de la Audiencia Provincial, Feliciano Trebolle, quien destaca la importancia para la víctima «de ver reparado el daño tanto económica como moralmente y de perder el miedo al acusado después de que reconozca los hechos».
Un segundo equipo de mediación prepara estos días un protocolo de actuación para ampliar el proyecto a la jurisdicción civil.
El balance de los once primeros meses «no puede ser más positivo» después de que en diez de los doce casos analizados -hay otros nueve en espera hasta septiembre- los mediadores -una abogada, un pedagogo y una psicóloga- lograran que los acusados no sólo reconocieran los hechos sino que también pidieran perdón y de que las víctimas aceptaran las disculpas.
«Son acuerdos extrajudiciales que se alcanzan entre los implicados, con el conocimiento de sus abogados pero sin que estén presentes, en una sala mucho menos intimidatoria que la de un juzgado -ubicada en la Audiencia Provincial-», resumen las fuentes consultadas. El acuerdo se rubrica al término de las sesiones y, sin ser vinculante, sirve para pactar una sentencia de conformidad en la que los fiscales y abogados de la acusación suelen rebajar sus peticiones de condena al aplicar la atenuante de reparación del daño.
Tres juzgados participan en una iniciativa impulsada por la Judicatura pero financiada por las administraciones públicas -Ayuntamiento, Diputación y Universidad-. A ellos han solicitado sumarse otros cuatro juzgados de la capital y dos de Medina del Campo y de Medina de Rioseco mientras se negocia la ampliación del programa -su coste sólo supuso una inversión de 6.000 euros- a partir del próximo mes de septiembre.
«La mediación penal es una solución alternativa para descargar el colapso de los juzgados penales y de instrucción», explica el presidente de la Audiencia Provincial, Feliciano Trebolle, quien destaca la importancia para la víctima «de ver reparado el daño tanto económica como moralmente y de perder el miedo al acusado después de que reconozca los hechos».
Un segundo equipo de mediación prepara estos días un protocolo de actuación para ampliar el proyecto a la jurisdicción civil.
Nota publicada el 3 de Agosto de 2009 en el sitio "Norte de Castilla.es"
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