Mundo Mediación
Centros de Mediación
Asturias, España. El Principado facilitará el próximo año el acceso de los ciudadanos a la vía extrajudicial para la resolución de conflictos de familia con la puesta en marcha del Centro de Mediación Familiar, adscrito a la Consejería de Bienestar Social y Vivienda. Según aseguró la directora del Instituto de Atención Social a la Infancia, Familia y Adolescencia, Gloria Fernández, en la inauguración de las I Jornadas del Foro Familia y Ley, actualmente se está finalizando el borrador del decreto que regulará la aplicación de la Ley de Mediación Familiar, aprobada en marzo de 2007, y que contempla entre otras medidas la puesta en marcha del centro, prevista para 2010.
Entre las funciones del Centro de Mediación Familiar estarán la gestión de un registro de mediadores familiares, la designación del mediador cuando las partes no lleguen a acuerdo, gestionar y conceder la mediación gratuita y fomentar y difundir la mediación en el ámbito familiar, entre otras.
Con la mediación, ampliamente utilizada y regulada en otros países e incluso en otras comunidades autónomas, se pretende ofrecer un procedimiento de resolución de conflictos rápido, sencillo y que ahorre a las partes el coste que suponen los procesos judiciales. También se persigue reducir la carga de trabajo de los tribunales de Familia. Entre otros, podrán recurrir a la mediación los matrimonios y parejas de hecho que vayan a separarse o divorciarse, antes del inicio del procedimiento judicial, durante su tramitación o en la fase de ejecución de la sentencia o en los procedimientos de modificación de medidas.
Por el interés del menor
Durante la inauguración de las jornadas sobre familia y ley Gloria Fernández lamentó que «en situaciones de ruptura se habla de los derechos de los progenitores, y los del niño quedan en un segundo plano». Según criticó «el papel lo aguanta todo, pero luego es difícil ejecutar las decisiones judiciales sin vulnerar los derechos de los menores».
En una línea similar de defensa de los intereses de los menores en separaciones y divorcios se mostró el juez de Familia Ángel Luis Campo. «No se tienen en cuenta sus opiniones a la hora de redactar un convenio regulador para la pareja. No se les tiene en cuenta, y en realidad deberían ser el centro de todo. Los progenitores, el fiscal, los abogados, antes de pelearse entre ellos, deberían pensar en lo mejor para los hijos, que son clientes comunes a ambas partes. Y tampoco a los jueces se nos ha preparado para oír a los menores». El magistrado criticó también las reformas procesales en materia de separaciones y divorcios, al entender que los juicios rápidos impiden conocer la situación real por la que pasa cada familia. «Si te rayan el coche, va a juicio ordinario, pero el futuro de unos niños se pretende resolver con juicios verbales», apuntó.
En la inauguración de las jornadas, ayer, participaron representantes de asociaciones asturianas de padres y madres separados y divorciados.
Entre las funciones del Centro de Mediación Familiar estarán la gestión de un registro de mediadores familiares, la designación del mediador cuando las partes no lleguen a acuerdo, gestionar y conceder la mediación gratuita y fomentar y difundir la mediación en el ámbito familiar, entre otras.
Con la mediación, ampliamente utilizada y regulada en otros países e incluso en otras comunidades autónomas, se pretende ofrecer un procedimiento de resolución de conflictos rápido, sencillo y que ahorre a las partes el coste que suponen los procesos judiciales. También se persigue reducir la carga de trabajo de los tribunales de Familia. Entre otros, podrán recurrir a la mediación los matrimonios y parejas de hecho que vayan a separarse o divorciarse, antes del inicio del procedimiento judicial, durante su tramitación o en la fase de ejecución de la sentencia o en los procedimientos de modificación de medidas.
Por el interés del menor
Durante la inauguración de las jornadas sobre familia y ley Gloria Fernández lamentó que «en situaciones de ruptura se habla de los derechos de los progenitores, y los del niño quedan en un segundo plano». Según criticó «el papel lo aguanta todo, pero luego es difícil ejecutar las decisiones judiciales sin vulnerar los derechos de los menores».
En una línea similar de defensa de los intereses de los menores en separaciones y divorcios se mostró el juez de Familia Ángel Luis Campo. «No se tienen en cuenta sus opiniones a la hora de redactar un convenio regulador para la pareja. No se les tiene en cuenta, y en realidad deberían ser el centro de todo. Los progenitores, el fiscal, los abogados, antes de pelearse entre ellos, deberían pensar en lo mejor para los hijos, que son clientes comunes a ambas partes. Y tampoco a los jueces se nos ha preparado para oír a los menores». El magistrado criticó también las reformas procesales en materia de separaciones y divorcios, al entender que los juicios rápidos impiden conocer la situación real por la que pasa cada familia. «Si te rayan el coche, va a juicio ordinario, pero el futuro de unos niños se pretende resolver con juicios verbales», apuntó.
En la inauguración de las jornadas, ayer, participaron representantes de asociaciones asturianas de padres y madres separados y divorciados.
Nota publicada el 11 de Junio de 2009, originalmente en el sitio "ComercioDigital.com"
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