El equipo Mediación Navarra recibe en
Madrid una medalla al mérito profesional en un certamen en el que también
premian a Manuela Carmena e Irene Villa, entre otros
"No
utilizamos el método adecuado para divorciarnos". "Todo conflicto
tiene una solución". "No estamos acostumbrados a escuchar". Este tipo de reflexiones
las comparte Amaya Sanz. Esta mediadora y abogada forma parte del equipo de
Mediación Navarra, junto a Maite Ruiz Aquerreta y Elena Sarasa Villaverde.
Estas tres
profesionales reciben en Madrid una medalla a su mérito profesional. El
galardón lo concede la Escuela Española de Mediación que busca "premiar la
contribución a la cultura de la paz, el fomento de los métodos alternativos de
resolución de conflictos y la mediación". Las tres son autoras del blog el
Rincón del Mediador, publicado en Diario de Navarra, que también logró un
premio como el mejor blog del sector.
Amaya Sanz
define la mediación como un "método de resolución de conflictos que
utiliza el diálogo como principal herramienta, y sus resultados contribuyen a
reducir el nivel de conflictividad, no solo entre las partes en conflicto, sino
también en la sociedad".
Entre los premiados también están Manuela
Carmena e Irene Villa. ¿Qué rasgos comparten?
Tanto
Manuela Carmena e Irene Villa destacan por su contribución a la cultura de la
paz y el diálogo. Considero que somos mujeres que creemos en que se pueden
hacer las cosas de otra manera y que las personas tienen la capacidad para
ello.
El Ministerio de Justicia ha diseñado un
anteproyecto de ley que obligará a intentar un proceso de mediación antes de ir
a los juzgados en casos de separaciones y divorcios, sucesiones, impago de
alquileres o hipotecas… ¿Cómo lo valoran?
El
anteproyecto supone la adopción de medidas de índole legislativo para convertir
la mediación en una figura complementaría a la administración de Justicia,
incrementar su difusión y su uso entre particulares y empresas. El objetivo
final es generar un cambio cultural en la sociedad española. En la actualidad
se tiende cada vez más a judicializar el conflicto y que sea un tercero (un
juez) el que solucione nuestros problemas. El anteproyecto pretende generar una
cultura colaborativa donde las personas sean capaces de solucionar sus
conflictos por sí mismas. Para nosotras, que creemos firmemente en esta forma
de solucionar los conflictos, este anteproyecto tiene mucha importancia, porque
no solo pone en valor a la mediación como método adecuado y eficaz en la
resolución de conflictos, sino que también destaca la figura del mediador como
profesional experto en el análisis del conflicto y la definición del proceso
más adecuado para su solución.
¿De quién han aprendido? ¿Quién les
inspira?
Nosotras,
las tres socias de Mediación Navarra, somos mediadoras profesionales, es decir,
tenemos formación reglada en mediación que nos acredita como profesionales en
este campo.
Más allá de
esto, sin duda, de quien más hemos aprendido en estos años de ejercicio
profesional es de los propios mediados, quienes, con nuestra guía en el proceso
de mediación, van identificando las soluciones más adecuadas a su conflicto. No
nos podemos imaginar la capacidad de generar opciones de acuerdo que tienen las
personas en conflicto cuando realmente tienen interés en solucionar su
problema.
Navarra fue pionera en mediación y,
concretamente, desde el ámbito de los Servicios Sociales y la familia. ¿Qué han
detectado?
Navarra fue
pionera y sigue siendo pionera en ámbito de mediación. Somos probablemente una
de las pocas comunidades que tenemos desarrollados servicios de mediación
familiar, y servicios de mediación intrajudicial en la jurisdicción civil,
mercantil y penal. Servicios de calidad, prestados por mediadores profesionales
con altos índices de acuerdos. A pesar de esto, la mediación sigue siendo una
figura desconocida por los ciudadanos por lo que es necesario realizar una
mayor labor de divulgación y sensibilización. La formación del mediador es una
cuestión central para garantizar la excelencia en una actividad profesional.
Los programas de formación en Mediación también presentan carencias. Este es un
punto que nos ha preocupado especialmente a nosotras, por lo que hemos peleado
por desarrollar formación de calidad.
Algún mediador ha manifestado: “No sabemos
divorciarnos”.
Como
siempre decimos nosotras, la principal causa del divorcio es el matrimonio,
jajaja... El matrimonio entendido como negocio jurídico exige de una resolución
jurídica para su disolución. Pero las relaciones matrimoniales y de familia son
muchísimo más complejas que un simple contrato.
Los
aspectos emocionales y relacionales se ven fuertemente dañados en los procesos
de divorcio y si no se trabajan para solucionarlos es probable que vivamos en
una continua confrontación, a pesar de habernos divorciado. Por tanto, “no
sabemos divorciarnos” lo sustituiría por “No utilizamos el método adecuado para
divorciarnos”
Si sentara a políticos de distintos colores
¿qué les aconsejaría?
Los
conflictos no son de poder, el poder es una de las vías de solución de
conflictos, es decir, imponer nuestro criterio o interés por encima del otro
utilizando cualquier estratagema o medio para ello. Si sentara a políticos de
distintos colores les invitaría a reflexionar sobre los intereses de cada uno
de ellos y de los ciudadanos a los que representan, y les pondría a trabajar en
la forma de conciliar y hacer compatibles todos esos intereses. Les invitaría a
construir algo en lugar de destruir.
¿En qué ámbito consideran que se necesita
más mediación?
Todos
aquellos ámbitos donde están en juego las relaciones entre personas: en las
familias, las relaciones laborales, entre compañeros, entre socios, vecinos, el
ámbito escolar, etc. En todos estos
ámbitos se producen conflictos de relación que tendemos a judicializar buscando
una respuesta cuando en la mayoría de estos asuntos no hay ningún aspecto
jurídico que solucionar.
Dicen que los mediadores deben ser
imparciales, escuchar, tener empatía, facilitar la comunicación… ¿Cómo se
aprende a escuchar mejor? ¿Y algún truco para la empatía?
Existen
muchas técnicas y herramientas que se pueden aprender para mejorar la escucha.
Pero quizá lo más eficaz es tener conversaciones donde simplemente permitamos a
nuestro interlocutor que nos explique lo que quiere contarnos, sin
interrupciones, con atención plena en lo que nos esta diciendo y sin dar
consejos ni valoraciones que no nos han pedido. Parece sencillo, pero no lo es,
porque no estamos acostumbrados a simplemente escuchar.
La empatía
es un valor que hay que trabajar desde niños, desarrollar esa capacidad de
ponernos en el lugar del otro.
¿Todo conflicto tiene solución?
Sí, todo
conflicto tiene solución. Otra cosa es que todo conflicto se pueda solucionar
en un proceso de mediación.
Confiese un conflicto que no pueda
resolver.
Cualquier
conflicto en el que una de las partes que lo integra no quiera solucionarlo.
¿Cuándo hay que tirar la toalla?
En el
proceso de mediación se identifica en una fase temprana si se va a poder
alcanzar una solución o no dentro del proceso. De hecho, en el Anteproyecto de
Ley del que ya hemos hablado se propone junto con la sesión informativa hacer
una sesión exploratoria para entre otras cosas, hacer un pronóstico de la
mediación. En este sentido, el mediador tiene la facultad de finalizar el
proceso si identifica cualquier causa que no permita alcanzar un acuerdo.
Comparta un caso que haya resuelto y que le
llene de alegría.
Son
bastantes, la verdad. Es una gran satisfacción guiar a las personas en
conflicto para que alcancen un acuerdo. Incluso si no llegan a alcanzar el
acuerdo, ver como el proceso de mediación les ha ayudado, por ejemplo, a tomar
decisiones que de otra forma no hubiesen sido capaces de abordar.
Si pudiera ¿en qué situación le gustaría
mediar?
En
cualquier asunto de testamentaría y sucesiones, me apasionan.
DiarioDeNavarra.es.
España. 18/01/19
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