Cuando nos comunicamos, principalmente hablamos…. Y cuando
hablamos para nuestro día a día es básico preguntar, para asi conocer, valorar
y decidir. Pues la pregunta y el estilo de pregunta es importante en nuestro
trabajo como mediador. Acertar con una pregunta en función al momento en el que
nos encontramos en el proceso, se antoja difícil y a la vez fundamental para
conseguir que la confianza no se deteriore con nuestro interlocutor, pero a la
vez que nos permita avanzar en la búsqueda de un acuerdo.
Confiar, en el proceso, en la mediación y en el mediador no
es tarea fácil pero las preguntas ayudan al desarrollo de esta ceremonia de
búsqueda de intereses comunes.
Aquí teneis unas reflexiones personales sobre las preguntas,
el tipo de preguntas y el momento de realiarlas que te ayudaran a crecer como
mediador.
Si nos encontramos en el primer momento, tras la
presentación, en esa posible primera entrevista tras que nos presentamos y
conocen nuestra misión en el conflicto, nos podemos encontrar en el momento de
validar las siguientes preguntas:
Preguntas que llamaríamos de acercamiento en general.
Tras presentarnos a las partes podemos preguntar cuestiones como:
¿Han tenido problemas por encontrar el servicio?
¿Han encontrado mucho tráfico? o ¿les ha costado aparcar?
Evidentemente nuestra intención es relajar el ambiente y que
se encuentren de la forma mas confortable para iniciar, en definitiva, crear un ambiente distendido
Seguidamente comenzaríamos con las Preguntas para la información, estas son de carácter abierto, tales como:
¿Qué esperan conseguir en este proceso de Mediación?, ¿Por qué piensan que la Mediación les puede ayudar?
¿Qué les ha traído aquí?
¿En que creen que les puedo ayudar?
¿Saben algo de la Mediación o prefieren que les comente en qué consiste?
No debemos olvidar evidentemente de preguntarles sus datos
personales, etc. Todas las preguntas que pensemos en este momento de inicio se
plantean con la intención de dar a conocer la Mediación y establecer las reglas del juego.
Si se trata de sesiones individuales o "caucus", debemos conseguir en esta primera fase que nos hablen de ellos y no tanto del otra parte, así preguntaríamos:
¿Cómo te sientes?
¿Cuéntame aquello con lo que te sientas cómodo?
Seguidamente intentaremos identificar el problema que trae a Mediación, en este sentido las cuestiones o preguntas serian también de
carácter informativas
¿Cuál es el problema que ha desencadenado que ustedes estén aquí?
¿Qué es lo que les preocupa?
¿Piensan que la Mediación les puede ayudar entonces?
Buscamos por tanto la confianza en el proceso de mediación
una vez que determinamos que es un tema mediable
¿Cómo definirían el problema que vamos a trabajar entre todos?
Dado que en esta primera sesión o sesiones es importante
definir el problema, sobre todo para que determinemos si les podemos ayudar y
sobre todo si es mediable, terminaremos con el Parafraseo y Resumen de forma
positiva de lo tratado:
¿Si les he entendido bien para usted es importante.... y para usted es fundamental que... ¿es correcto?, ¿Creen que hay algo más que añadir?
Redefinimos de alguna forma el conflicto a tratar y usamos
la repetición o reiteración de lo contado, para conseguir dejar claro información
y objetivos a lograr.
Seguidamente en sesiones posteriores, ya una vez que hicimos
esa presentación, información, recopilación y redefinición, entraríamos en lo
que llamaríamos búsqueda de nuevas opciones, un nuevo escenario que nos permita
trabajar en mediación. En este punto se antojan multitud de preguntas que a
continuación relaciono, el objetivo que persiguen y el tipo de preguntas:
Preguntas que mejoran el proceso:
¿Piensa que hay alguna otra vía para resolver el problema?
¿Han intentado ustedes otras soluciones?
¿Podríamos estar en el camino ideal para que reconozcan la parte de razón que tiene cada uno?:
Preguntas hipotéticas:
Si optáramos por seguir esta vía del diálogo, ¿Qué cree que pasaría?
¿Qué ocurriría si le hubiera pasado a usted?
¿Dónde creen ustedes que podemos llegar?
Preguntas que focalizan el conflicto:
Realmente las opciones que plantean cada uno son interesantes, ¿Qué opinan ustedes?
Preguntas que plantean alternativas:
Entre todas las opciones que hemos trabajado, ¿Cuál le parece mejor y más viable?
Preguntas que justifican el avance:
¿Por qué cree usted que es mejor esta opción que la otra?, ¿Cuál cree que es la mejor opción?
¿Recuerda ustedes como vinieron el primer día?
Preguntas focalizadoras:
¿Cómo piensa que puede mejorar la situación?
¿Cómo creen que podemos avanzar en vuestra relación?
¿Qué esperan obtener de un posible acuerdo?
Sea cual fuere el momento de la Mediación y tras estas
cuestiones que hemos planteado, merece una especial atención, mencionar
aquellas preguntas que nos van a llevar a la Negociación que al fin y al cabo
es nuestra misión.
Preguntas circulares que buscan animar a las partes al diálogo constructivo, tales como:
¿Cómo empezó el problema?, ¿Qué ocurrió?
¿Cómo reaccionaron entonces?, ¿Cuál fue la respuesta entre ustedes?
¿Cómo crees que debe sentirse el otro?
Para avanzar, ruego piensen en 10 opciones factibles que pueda plantear una solución al problema
¿Qué les parece si para la próxima sesión pensemos en lo siguiente ....?
Cerramos sesiones con agendas y citas próximas:
¿Qué les parece que quedemos tal día y tal hora?
¿Quieren ustedes que nos volvamos a sentar en esta mesa para seguir hablando?
Si hicieran falta nuevas reuniones individuales, toda vez
que en las sesiones conjuntas no se avance por situaciones de desequilibrio,
etc, que nos hagan pensar incluso en la dificultad de continuar con el proceso,
siempre podríamos tenerlas con las siguientes cuestiones a plantear:
¿Cuál es la clave del problema para usted?
¿Qué es lo que no tiene claro de lo tratado hasta ahora?
¿Qué es lo que le hace no sentirse seguro de un posible acuerdo?
¿Cómo cree usted que será su relación con la otra parte a partir de ahora y sobre todo, qué espera de la nueva situación si llegáramos a un acuerdo?
Por último me permitiría recomendar también una serie de
preguntas para los momentos finales, aquellos ya sean de sesiones o incluso,
porque no, si hemos trabajado correctamente y les hemos hecho participes de su
solución, cuidando que hayan sido ellos los artífices de la misma, serian
aquellas que llamamos preguntas de cierre o terminación del proceso:
¿Parece que han llegado a un punto de acuerdo?, ¿Desean que revisemos alguna cuestión o demos por finalizado?
¿Qué les parece que quedemos para firmar el acuerdo una vez que lo lean?
Aquí tiene el acuerdo ¿es correcto?, ¿Comprende todo lo que habíamos comentado?
¿Qué les parece si nos damos la mano?
Bueno, por no cansar al lector, quisiera termina diciendo
que estas son un tipo de preguntas según las situaciones que se produzcan, ¿son
mejores o peores que otras? ¿son las únicas?, sin duda cada mediador tiene su
visión, pero al menos he querido tratar de abrir la mente para indicaros que es
muy importante preparar las sesiones, no se deben dejar las situaciones al
azar, porque si bien, la mediación es flexible, también es cierto que esta el
proceso perfectamente estructurado. Es decir… se sabe lo que tenemos que hacer.
Javier Alés Sioli. Profesor Titular E.U. de la Universidad
Pablo de Olavide de Sevilla; Director del Máster y Especialista en Mediación de
la UPO; Presidente de la Asociación Andaluza de Mediación AMEFA. Co- Autor de
“La magia de la mediación” Edit. Aconcagua, Sevilla año 2010; Delegado del
World Mediation Forum en Sevilla; Director de la Revista Universitaria
científica “MEDIATIO” sobre Mediación y Resolución de Conflictos.
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