San Carlos de
Bariloche, Argentina. En el 2013, el organismo que conduce Andrea Galaverna
resolvió más del 50 por ciento de las 110 mediaciones comunitarias que realizó
entre vecinos en conflicto por diversos temas. Construcciones sin reglamentar,
perros sueltos y ruidos molestos, figuran entre los problemas más recurrentes.
Así lo destacó la Defensora en su informe anual.
Construcciones
antirreglamentarias, perros sueltos, ruidos molestos, deudas y servidumbres de
paso, son los temas más frecuentes que se abordan en las mediaciones
comunitarias que lleva adelante la Defensoría del Pueblo de Bariloche.
En la mayoría
de los casos, se trata de problemas cotidianos y simples entre vecinos, pero
que si no se tratan a tiempo pueden escalar a una situación de enfrentamientos
y hasta violencia.
La Defensora
del Pueblo de Bariloche, Andrea Galaverna, destacó que desde el organismo que
comanda se buscó durante 2013 consolidar el trabajo relacionado con la
mediación comunitaria. “Es una importante metodología de resolución de
conflictos que tiene como principal objetivo mantener la paz social”, explicó.
Señaló que
para solucionar los inconvenientes es fundamental “hacer circular la palabra” de
las personas que se encuentran en alguna disputa. “Tratamos de crear un espacio
en el que se puedan entender y escuchar y alcanzar una solución”, añadió.
En el informe
preliminar sobre la labor desarrollada por la Defensoría del Pueblo desde el 14
de mayo al 15 de diciembre de 2013, Galaverna destacó la tarea que realiza el
equipo de mediación comunitaria a cargo de la abogada Ingrid Küster.
La Defensora
informó que en lo que va del año, se concretaron 110 mediaciones, “con un alto
porcentaje de acuerdos”. En este sentido, aseguró que “más del 50 por ciento”
de los casos fueron resueltos.
La modalidad
de los encuentros es simple. Una vez que el vecino se acerca a la Defensoría,
“evaluamos la situación planteada y si determinamos que amerita nuestra intervención,
convocamos al denunciante a una audiencia y notificamos a la otra parte para
que se presente a dialogar”, explicó Galaverna.
Confió que
“muchas veces con esta instancia de diálogo, logramos evitar que el conflicto
llegue a límites altos de violencia”, y agregó que “hay casos en los que las
personas no se pueden ni ver las caras y a partir del uso de la palabra la
situación cambia”.
La titular de
la Defensoría remarcó que con las mediaciones “se evita la judicialización” de
los casos e indicó que este tipo de espacios no contemplan los temas
relacionados con el ámbito familiar ni con actividades delictivas.
“Si bien a
veces no se logra llegar a un acuerdo entre las partes involucradas, se instala
el diálogo y se consigue que se vinculen de otra forma, lo cual también es
positivo”, sostuvo.
Otro tipo de
mediaciones que -según aseguró la funcionaria- dieron resultados positivos, son
las que se implementan para facilitar que una persona pueda hacerse escuchar en
una institución pública a la hora de reclamar, pedir un servicio o exigir el
cumplimiento de un derecho. En estos casos, la Defensoría funciona de nexo
entre el vecino y el Estado.
También
existen las denominadas “mediaciones puente”, que se concretan cuando una de
las partes no pretende reunirse con la otra. “En estos casos, vamos abriendo el
diálogo poco a poco”, explicó Galaverna.
“Estos
espacios son muy necesarios en un contexto de violencia como el que existe en
Bariloche”, afirmó. De hecho, para reforzar esta actividad se habilitaron
centros de mediación en los barrios Boris Furman, 2 de Abril y Nahuel Malal,
donde las personas pueden dirigirse a plantear algún problema o inquietud. La
sede de la Defensoría, ubicada en Quaglia 740, es otro lugar de atención.
“Tratamos de
actuar cuando la convivencia no está garantizada debido al grado de la
problemática”, indicó Galaverna, e insistió en la necesidad de lograr “la paz
social”, para que “la gente pueda vivir mejor”.
Anbariloche.com.ar. 27/12/13
http://www.anbariloche.com.ar/noticia.php?nota=39890
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