Gijón, España. La mediación familiar sigue cosechando éxitos en Gijón. La mitad de las parejas que acudieron a las sesiones para la solución extrajudicial de conflictos a lo largo del último año en Gijón lograron llegar a un acuerdo gracias al servicio que desde mayo del año pasado prestan en el juzgado de primera instancia número 8 de Gijón los Mediadores Asociados del Principado de Asturias. El juez de familia Ángel Luis Campo derivó durante los últimos meses un total de 33 expedientes a este servicio. A pesar de que cinco de estos casos aún están pendientes de resolución judicial, los protagonistas de 15 de los 28 asuntos ya concluidos consiguieron llegar a algún tipo de acuerdo (total o parcial) antes o durante la vista judicial del procedimiento. La mayor parte de los ciudadanos, un total de 10, llegaron a un acuerdo total durante el juicio.
Desde que se pusiera en marcha esta experiencia piloto se han derivado a la mediación familiar un total de 69 expedientes. De los ya resueltos (un total de 64), más de 40 consiguieron algún tipo de acuerdo. La valoración es positiva para quienes participan en este nuevo fenómeno de la mediación impulsado desde el Consejo General del Poder Judicial con un doble objetivo: el de descongestionar las salas de vistas y el de lograr acuerdos que dejan satisfechas a las dos partes pleiteantes. «Con la mediación evitamos que las parejas entren en conflicto» reflexionaba durante la presentación de este proyecto su impulsor, el juez de familia Ángel Luis Campo.
El magistrado asegura que «no se obliga a nadie a optar por este camino» mientras explica el procedimiento que se sigue en su juzgado: «primero fijamos la fecha del juicio de la separación y luego ofrecemos esta posibilidad». Gracias a la mediación se puede llegar a conseguir, en palabras de Campo, sentencias menos «estrictas»: «Ya no tiene que ser aquello de que el niño esté toda la semana con la madre y luego fines de semana alternos con el padre, ahora pueden disponer ellos cómo se quieren repartir la custodia eligiendo, por ejemplo, que el niño esté con la madre por la mañana antes de clase, lo vaya a buscar el padre y luego duerma otra vez con su madre». El propio magistrado es el encargado de revisar las sentencias que se firman en su juzgado de mutuo acuerdo para asegurarse de que no se incluye en ellas ninguna cláusula abusiva o no conforme a derecho.
Lne.es. 23/12/11
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