La Muerte de Edelmiro

Mediación Monterrey: Artículos

El punto de vista Mediador...

Por Jesús Elizondo González

"La Muerte de Edelmiro"

Algunos neurólogos opinan que el lugar físico en el cerebro humano, en donde se localiza el conocimiento de los Valores, el concepto de la Moral, la noción de los Principios, lo que más valoramos y la nobleza de las elecciones, es en el lóbulo frontal derecho.

Es ahí, precisamente en donde yace “la belleza del corazón”. El corazón (cerebral) es la fuente que determina cómo operamos y como tomamos decisiones en la vida. Lo que hace la diferencia en la calidad de nuestra vida, es el contenido en nuestra mente y en nuestro corazón.

Cuando observamos que alguien hace una elección centrada en Valores, y éstos honran los Principios correctos, solemos decir que esa persona tiene buen corazón.

El cobarde asesinato de Edelmiro, el querido alcalde de Santiago, un bellísimo municipio al sur de Monterrey, México, hace unos días, a manos de la delincuencia organizada, nos manda a enfocar el punto de vista Mediador ante éste terrible hecho conmovedor.

¿Cómo puede La Mediación ayudar?

¿El proceso de Mediación facilitaría resolver el exacerbado conflicto entre la delincuencia organizada mexicana y la sociedad que no está dispuesta a delinquir?

La Ley tiende descubre la verdad legal. Mientras que la Mediación, basada en la verdad-última, tiende a descubrir el acuerdo sensato entre las entidades confrontadas.

El Mediador, convencido de la importancia de que su diagnóstico refleje la verdad, se aboca, con técnicas especializadas al estudio, investigación y observación, de la información con el propósito de atinar, lo más cercano posible, su dictamen sobre las causas y los por qués del conflicto a resolver.

Entre más certero sea el diagnóstico (calificación o juicio) de el Mediador, más probable será, que el enfoque Mediador hacia la resolución del conflicto -en este caso, el que surge entre los grupos agresores que se organizan para delinquir, como el que asesinó a Edelmiro y a la sociedad en su conjunto- encuentre los ingredientes de mejor solución, en los tres plazos.

Si usted preguntase a los diferentes sectores de la ciudadanía, si se han dado al responsable trabajo de primero comprender a fondo a su parte opositora, pero comprender de una manera sincera, investigando a fondo el por qué eligió convertirse en miembro de una banda delictiva, lo más probable es que algunos le contesten, desde su propio marco de referencia, que sí lo han hecho y que tienen ya al solución ideal.

El militar le responderá que hay que traer mayor armamento; el sacerdote dirá que hay que rezar más; el empresario que hay que evaluar el riesgo de la inversión, el arquitecto que hay que cambiar el diseño de las casas; el abogado que se deben crear más leyes; el político que hay que construir más cárceles… y así por el estilo. El que es habilidoso con el martillo, ve a todo como clavos.

Se necesita el análisis de una profesión nueva, una profesión que englobe la mayoría de las disciplinas que convergen en la creación del conflicto y de la intervención un profesional ideal para el análisis y resolución de este conflicto social; ese profesional ideal es el Mediador profesional muy bien capacitado, que provea un ambiente de negociación controlado, y que ese contexto pacífico creado por el Mediador, gestione el crecimiento de una idea o de un pensamiento que facilite, a través de un acuerdo sensato, la solución de ese conflicto.

En este enfoque, el proceso de Mediación se convierte en una incubadora en el que se depositan los ingredientes que añadan valor, que cambien paradigmas y que a la postre solucionarán cualquier conflicto o cualquier problema, ya sea entre dos personas o ya sea entre dos sectores de una sociedad.

Mientras, usted se preguntará:

¿Qué puedo hacer yo hoy, para cooperar?

Lo primero es convertirse en mejor persona, en un mejor ser humano.

¿Cómo?

Los fuertes o fortines, no se construyen en medio de la tormenta, prepárese para los tiempos de prueba, mejorando las características de sus elecciones.

¿Y cómo las mejoro? Preguntará usted.

Abriendo un espacio de tiempo (segundos, minutos, horas, días, semanas o años) entre el estímulo y su respuesta elegida. En ese espacio de tiempo yace su desarrollo y su felicidad.

Mejore su carácter, disminuya sus defectos y aumente sus virtudes.

Si en ese espacio de tiempo, usted decide inteligentemente erradicar sus malos hábitos y elige conscientemente sustituirlos por buenos, de tal manera que le permitan cumplir con excelencia su sagrada Misión en ésta vida, estará contribuyendo a que se instale la paz en su corazón y en su comunidad.

Para comunicarse con el autor: centro.de.mediacion@hotmail.com

Jesús Elizondo González es presidente fundador del Centro de Mediación Privado, S.A. de C.V; Maestro en Alta Dirección de Empresas del IPADE; LAE del ITESM; Mediador Certificado por el Poder Judicial en el estado de Nuevo León; Capacitado en Mediación profesional en Buenos Aires, Argentina, Cd. de México, D.F., Sacramento, California, Minneapolis, Minnesota, Certificación en Soluciones de Alto Rendimiento al Conflicto, en el EGADE; Catedrático de la Universidad Regiomontana en la materia: “Negociación”; Conferencista en materia de Mediación profesional y Negociación. Presidente del Colegio de Mediadores de Nuevo León, A.C.Mediador privado profesional desde 2002