Mundo Mediación
Crisis de la Justicia
Cultura de Litigio
Métodos Alternos de Solución de Controversias
Por Francisco Real
La grave situación que atraviesa la justicia es de sobra conocida. A la endémica falta de medios, de presupuesto, de consideración por parte de los poderes públicos, se ha sumado un aluvión de pleitos, favorecido en parte por diversas reformas legislativas pero también, en gran medida, por la crisis. Esta avalancha de litigios está saturando un sistema (desbordado por la acumulación de trabajo de años precedentes) y motiva el que algunos colectivos que nutren este servicio digan «basta».
El Decanato de los Juzgados de Valencia debatió en octubre entre los decanos de los jueces de toda España una ponencia que será presentada ante el CGPJ, con propuestas para reducir la litigiosidad y donde se denuncia tanto la deficiencia de los medios que acusa nuestro sistema, que no se verá apenas aliviado por el plan de modernización que está acometiendo el Ministerio, como la excesiva recurrencia al pleito por parte de la ciudadanía. Plantean los jueces que esta judicialización de la vida cotidiana está motivada no sólo por el hipergarantismo de nuestro sistema jurídico, sino también por el escaso coste que para el litigante entraña el pleito (en ausencia de las tasas judiciales en determinados ámbitos, como el penal o el contencioso-administrativo) y, muy especialmente, por la escasa cultura del «acuerdo» existente en nuestro país. En su escrito, los jueces piden una Ley de Mediación y exigen que determinados asuntos menores sean resueltos de forma obligatoria por la vía del arbitraje, para poder ocuparse de los que verdaderamente necesitan veredicto judicial y los recursos previstos por el sistema.
Los abogados hemos estado siempre convencidos, y en ello venimos trabajando, de que la mayoría de pleitos menores pueden evitarse aplicando mecanismos de resolución extrajudicial de conflictos, esto es, utilizando las vías de la mediación, el arbitraje y la conciliación. Coincidimos con los jueces en que concienciar a la ciudadanía de que estas vías existen y de que les ofrecen las mismas o mayores garantías que una sentencia judicial exige por parte de todos los poderes públicos y agentes sociales un esfuerzo, para instalar en nuestra sociedad una cultura de la negociación que permita aliviar la sobrecarga judicial. Es precisamente el escaso conocimiento de estos métodos, muy extendidos en países como el Reino Unido, lo que impulsa al ciudadano a acudir al juzgado.
Por desgracia, la sociedad desconoce que, para determinados asuntos, estas vías son las idóneas. La mediación es eficaz en conflictos familiares (donde la judicialización implica un agravamiento del problema en no pocos casos), en asuntos penales menores o en los juicios de faltas. Por otra parte, el arbitraje es especialmente adecuado en conflictos mercantiles, en pugnas por arrendamientos o en el ámbito laboral.
Es imprescindible que no sólo los profesionales de la justicia, concienciados con esta cuestión, sino el legislador y los poderes públicos caigan en la cuenta de que no es necesario que los ciudadanos comprometan su tiempo y su dinero en pleitos interminables que no siempre acaban siendo justos. Deben fomentar la cultura de la negociación y del acuerdo previo. La cultura de que el pleito es el último peldaño en una larga escalera de posibilidades de solución.
Positiva la reflexión de los jueces en este sentido. Para aportar su grano de arena, el Ilustre Colegio de Abogados de Valencia ha sido una de las instituciones pioneras en nuestro país en la formación abogados mediadores y árbitros, con el objetivo de ofrecer todas las garantías jurídicas a los ciudadanos y empresas que deciden resolver sus conflictos de una forma pacífica, eficaz y duradera. También ha sido pionero en albergar instituciones encargadas de aplicar estos métodos. Los abogados creemos firmemente en la necesidad de instalar en nuestro sistema judicial la cultura de la mediación y del arbitraje. Creemos, y compartimos con los jueces, que este cometido es tarea de todos.
Artículo de Francisco Real, decano del Colegio de Abogados de Valencia, Espana, publicado el 30 de Marzo de 2010 en el sitio "abc.es"
http://www.abc.es/20100330/valencia-valencia/reducir-litigiosidad-tarea-todos-20100330.html
Crisis de la Justicia
Cultura de Litigio
Métodos Alternos de Solución de Controversias
Por Francisco Real
La grave situación que atraviesa la justicia es de sobra conocida. A la endémica falta de medios, de presupuesto, de consideración por parte de los poderes públicos, se ha sumado un aluvión de pleitos, favorecido en parte por diversas reformas legislativas pero también, en gran medida, por la crisis. Esta avalancha de litigios está saturando un sistema (desbordado por la acumulación de trabajo de años precedentes) y motiva el que algunos colectivos que nutren este servicio digan «basta».
El Decanato de los Juzgados de Valencia debatió en octubre entre los decanos de los jueces de toda España una ponencia que será presentada ante el CGPJ, con propuestas para reducir la litigiosidad y donde se denuncia tanto la deficiencia de los medios que acusa nuestro sistema, que no se verá apenas aliviado por el plan de modernización que está acometiendo el Ministerio, como la excesiva recurrencia al pleito por parte de la ciudadanía. Plantean los jueces que esta judicialización de la vida cotidiana está motivada no sólo por el hipergarantismo de nuestro sistema jurídico, sino también por el escaso coste que para el litigante entraña el pleito (en ausencia de las tasas judiciales en determinados ámbitos, como el penal o el contencioso-administrativo) y, muy especialmente, por la escasa cultura del «acuerdo» existente en nuestro país. En su escrito, los jueces piden una Ley de Mediación y exigen que determinados asuntos menores sean resueltos de forma obligatoria por la vía del arbitraje, para poder ocuparse de los que verdaderamente necesitan veredicto judicial y los recursos previstos por el sistema.
Los abogados hemos estado siempre convencidos, y en ello venimos trabajando, de que la mayoría de pleitos menores pueden evitarse aplicando mecanismos de resolución extrajudicial de conflictos, esto es, utilizando las vías de la mediación, el arbitraje y la conciliación. Coincidimos con los jueces en que concienciar a la ciudadanía de que estas vías existen y de que les ofrecen las mismas o mayores garantías que una sentencia judicial exige por parte de todos los poderes públicos y agentes sociales un esfuerzo, para instalar en nuestra sociedad una cultura de la negociación que permita aliviar la sobrecarga judicial. Es precisamente el escaso conocimiento de estos métodos, muy extendidos en países como el Reino Unido, lo que impulsa al ciudadano a acudir al juzgado.
Por desgracia, la sociedad desconoce que, para determinados asuntos, estas vías son las idóneas. La mediación es eficaz en conflictos familiares (donde la judicialización implica un agravamiento del problema en no pocos casos), en asuntos penales menores o en los juicios de faltas. Por otra parte, el arbitraje es especialmente adecuado en conflictos mercantiles, en pugnas por arrendamientos o en el ámbito laboral.
Es imprescindible que no sólo los profesionales de la justicia, concienciados con esta cuestión, sino el legislador y los poderes públicos caigan en la cuenta de que no es necesario que los ciudadanos comprometan su tiempo y su dinero en pleitos interminables que no siempre acaban siendo justos. Deben fomentar la cultura de la negociación y del acuerdo previo. La cultura de que el pleito es el último peldaño en una larga escalera de posibilidades de solución.
Positiva la reflexión de los jueces en este sentido. Para aportar su grano de arena, el Ilustre Colegio de Abogados de Valencia ha sido una de las instituciones pioneras en nuestro país en la formación abogados mediadores y árbitros, con el objetivo de ofrecer todas las garantías jurídicas a los ciudadanos y empresas que deciden resolver sus conflictos de una forma pacífica, eficaz y duradera. También ha sido pionero en albergar instituciones encargadas de aplicar estos métodos. Los abogados creemos firmemente en la necesidad de instalar en nuestro sistema judicial la cultura de la mediación y del arbitraje. Creemos, y compartimos con los jueces, que este cometido es tarea de todos.
Artículo de Francisco Real, decano del Colegio de Abogados de Valencia, Espana, publicado el 30 de Marzo de 2010 en el sitio "abc.es"
http://www.abc.es/20100330/valencia-valencia/reducir-litigiosidad-tarea-todos-20100330.html
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