Por Jesús Elizondo González
"La Voluntariedad en la Mediación Profesional"
Mucho se ha escrito, en el mundo, sobre la voluntariedad en el Proceso de Mediación profesional.
La voluntariedad en éste contexto, significa que toda persona que desee recibir los nobles beneficios que otorga La Mediación, debe asistir siempre y en todos los casos, necesariamente por su plena y libre voluntad, sin que nada ni nadie lo coaccione, ni de alguna otra manera se le obligue aceptar elegir participar.
Eso significa la Voluntariedad.
En pocas palabras, que el Mediable asista voluntariamente a Mediar asistido por El Mediador.
Los que simpatizan con ésta característica, tal cual, entienden que las personas, al asistir por su propia voluntad, cooperarán mejor con El Mediador durante el proceso.
Opinan que, lo ideal, es que no se obligue a alguien, porque obligarlos se atenta contra la pureza del concepto filosófico de La Mediación moderna y por tanto se prostituye el sentido de lo que se pretende lograr.
Sin embargo, se debe ser responsablemente cuidadoso a la hora de utilizar y definir éste concepto, pues se corre el riesgo de dañar seriamente la cultura de La Mediación y en especial medida en las sociedades en donde no se conozca este Método Alterno para acceder a La Justicia.
En la mayoría de los pueblos sobre la tierra, suelen asociar erróneamente a La Mediación con El Conflicto.
Y el enorme territorio del Conflicto está, por ahora, ya muy bien ocupado por profesionistas, en su gran mayoría por los del sector legal (Jueces, Árbitros, Abogados, Notarios, Políticos, Diputados, etc.) y por una pequeña minoría ocupada por Psicólogos, Psiquiatras, Terapeutas, Consejeros matrimoniales, etc.
Digo ocupado y no atendido porque la clara percepción de la sociedad es, en general, de queja hacia éste sector.
De modo tal que El Proceso de Mediación y El Mediador, no suelen ser bienvenidos por esa comunidad, quienes ven una amenaza a su Estatus Quo, a sus logros, a sus posesiones y privilegios.
Por tanto, emplean cuantas estrategias y argumentos encuentran a su paso, para desacreditar los valiosos resultados y los enormes beneficios que arroja la Mediación amateur y la profesional a todo aquel que la utilice.
Cuando en realidad, La Mediación debería asociarse no al Conflicto, sino a su principal herramienta para la mayoría de las situaciones conflicuadas: La Negociación.
Pues todos sabemos que una Negociación mal llevada, en la que una de las parte no se sale con la suya, desemboca comúnmente en El Conflicto.
En otras palabras, El Mediador facilita las Negociaciones precisamente para preveer y/o resolver total o parcialmente conflictos.
De ahí la necesidad de revisar con responsable acuciosidad, el concepto de voluntariedad, para que, de alguna manera seria, se proteja al Proceso de Mediación de distorsiones de gente mal intencionada, privando a la ciudadanía de una herramienta sumamente eficaz, la mejor conocida, hasta la fecha, para instalar la Paz duradera.
Si en una sociedad analfabeta en el tema de La Mediación profesional, como lo es la mexicana y la mayoría latina, se le obliga antes de admitir su demanda en sus Tribunales, a pasar a un trámite informativo con especialistas en Mediación, para que reciban explicación sana y además bien completa, sobre lo que es y lo que no es La Mediación; digamos, obligatoria a toda la sociedad, por un período de 10 años, entonces el ciudadano común, bien informado, podrá elegir libre y voluntariamente cual régimen seguir: El tradicional o bien, intentar encontrar el acuerdo pacífico a través de La Mediación profesional.
Entonces tendríamos esperanza de librar a la sociedad de la violencia que tanto nos aqueja; empezaríamos a observar cláusulas de Mediación en TODOS los contratos, incluso en los matrimoniales, y por fin veríamos a nuestros Tribunales descongestionados impartiendo Justicia verdadera.
Para comunicarse con el autor: centro.de.mediacion@hotmail.com
Jesús Elizondo González es presidente fundador del Centro de Mediación Privado, S.A. de C.V; Maestro en Alta Dirección de Empresas del IPADE; LAE del ITESM; Mediador Certificado por el Poder Judicial en el estado de Nuevo León; Capacitado en Mediación profesional en Buenos Aires, Argentina, Cd. de México, D.F., Sacramento, California, Minneapolis, Minnesota, Certificación en Soluciones de Alto Rendimiento al Conflicto, en el EGADE; Catedrático de la Universidad Regiomontana en la materia: “Negociación”; Conferencista en materia de Mediación profesional y Negociación. Presidente del Colegio de Mediadores de Nuevo León, A.C.Mediador privado profesional desde 2002
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